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Tu presencia supliqué de todo corazón; Ten misericordia de mí según tu palabra. 59 Consideré mis caminos,Y volví mis pies a tus testimonios. 60 Me apresuré y no me retardé En guardar tus mandamientos.
Salmos 119:58-60Reina-Valera 1960

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Los seguidores de Jesús deben tener claro que tienen un enemigo que nunca se rinde en su intención de desviarlos del camino. Satanás no acepta un NO como respuesta de un hijo de Dios. Él nunca se rinde diariamente renueva y refuerza los planes para hacerlo caer

El profeta Balaam recibió una propuesta del rey de Moab, Balac, para que maldijera al pueblo de Israel. Después de orar, Balaam recibió respuesta de Dios, quien le prohibió aceptar la oferta. Pero el mundo de las tinieblas no se rinde y mandó nuevamente la misma propuesta pero con mayor recompensa.

En esta segunda ocasión, Blaam, quien ya sabía lo que Dios había decidido en ese asunto, dio muestras de debilidad e insistío con Dios en el mismo asunto. Alli comienzó su fracaso. Su vida cambió gradualmente. Se fue secando espiritualmente y terminó muerto junto con el pueblo enemigo de Dios.

Finalmente encontramos el camino cuando somos más honestos y sobre todo más íntegros, la honestidad se refiere a tratar de lograr lo que aspiramos sin dañar a nadie, la integridad supone no hacer trampa, no desviarnos y sobre todo que desde que salimos a la calle somos un ejemplo que muchos siguen, hagamos el esfuerzo diario para a pesar de las tentaciones, podamos mantenernos en el camino que nos hemos trazado, ese que se parece a nosotros mismos.

La Moraleja: Cuando Dios dice NO, ES NO. Jamás tratemos de conseguir que Dios apruebe cualquier acción, la cual sabemos que Él aborrece. Podría costarnos muy caro.

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