Me complace poder dar mi opinión en cuanto a las elecciones presidenciales de mi país habiéndose efectuado hace ya 24 horas y estando la situación como está. ¡Gracias al equipo de @venezolanos por tan interesante propuesta, la cual nos permitirá vislumbrar el punto de vista pre y post electoral de cada usuario que participe en esta publicación!

El panorama en nuestra bella Venezuela es complejo, básicamente porque es necesario entender la dimensión de la batalla que durante veinticinco largos años ya se ha venido librando. Sin el entendimiento de que esto es una lucha, primeramente, "espiritual", las personas seguirán buscando soluciones naturales, las cuales fracasarán todas.

Algunos han convocado a la violencia...y no ha funcionado; otros han llamado a la protesta pacífica...no ha funcionado. Otro sector llama a "paro nacional"...no funcionó y no funcionará. ¿Por qué? Porque lo primero es entender que para librar batallas espirituales se necesitan armas espirituales.

Ellos las tienen, pues es publico y notorio la brujería, palería y toda clase de sortilegios y conjuros a los cuales son adeptos. Eso ha desembocado en un pueblo dormido, espiritualmente hablando, incapaz de reaccionar a través de las vías constitucionales a toda la destrucción nacional que por años hemos venido presenciando.

Es menester, entonces, usar nuestras armas espirituales para que, primeramente, el pueblo despierte. Y no me refiero a actividades ocultistas, ni nada parecido, sino a levantar nuestra mirada al Dios del cielo. Cadenas de oración 24/7, ayunos, actividades proféticas direccionadas por el Todopoderoso, ¡volver nuestro corazón al Dios de nuestros padres!

Ya hacía mención en una publicación anterior que, al menos en la ciudad donde vivo, esto de tantas personas haciendo ejercicios por la mañana o por la tarde, o subiendo a los cerros, muchas madres (y padres) haciendo actividades junto a sus hijos, otros procurando una alimentación sana, entre otras, eran pequeñas señales del "despertar" de un pueblo.

Si el pueblo despierta, las herramientas naturales funcionan, el llamado a votar, a demostrar el descontento no con violencia sino con el voto y a manifestar pacíficamente el deseo de un cambio, de una Venezuela mejor. El llamado es a despertar espiritualmente, a poner nuestra esperanza en el Único que puede transformar nuestro lamento en baile, Dios a través de la Persona de Su Hijo, Cristo nuestro Señor.