Saludos mis queridos Steemians y comunidad @stem-espanol, quisiera compartir en esta oportunidad y continuando con mis publicaciones en Biología Evolucionista, uno de los temas más fascinantes para nuestra historia, la evolución del género Homo y sus cambios morfológicos, fisiológicos y reproductivos que hoy nos hacen diferentes a las demás especies. Fuente: Esquema realizado por el Autor. Imagen del simio referenciada al final

Imaginen entonces que estamos entrando en una máquina espacial evolutiva que nos hará viajar en el tiempo y retroceder al principio de la era Cenozoica, cuando apenas estábamos bajando del árbol y nuestro cuerpo era similar al de un mono ¡Sí, a un mono! Sin embargo, es importante aclarar, que a pesar de compartir el 98% de nuestros genes con el chimpancé, no venimos del mismo clado o rama evolutiva.

¿En dónde aterrizaremos?

;Mis queridos steemians, lo haremos en África, la cuna de la Humanidad. Todos los estudios mitocondriales, que la Ciencia ha llamado “Eva Mitocondrial” (Las mitocondrias son orgánulos celulares que sólo vienen de nuestras madres, pues el espermatozoide los pierde con la cola) nos llevan a decir que el Hombre comenzó a evolucionar en diversas regiones de esta zona geográfica, y posteriormente fue emigrando y diversificando su genotipo.

Fuente: Esquema diseñado por el autor (la imagen del simio referenciada al final del texto)

¿Vivíamos en los árboles?

Todos los Científicos coinciden que, nuestro hábito arborícola nos hacía permanecer en el árbol, esto explica la presencia de extremidades inferiores (hoy brazos y piernas) con dedos oponibles para ese entonces. El dedo oponible es aquel con el que podemos hacer una pinza, el dedo meñique, es oponible. Actualmente, mantenemos como Homo sapiens dedo oponible sólo en las manos.

¿Por qué nos bajamos del árbol?

La hipótesis de la sabana nos dice que, de un momento a otro, sucedieron eventos en nuestro planeta que acabaron con los árboles. Esto obligó a nuestros antiguos clados evolutivos a dejar la alimentación y hábitos arborícolas “Bajarse del árbol” para diversificar no sólo su subsistencia, sino para generar una gran cantidad de cambios morfológicos en el tiempo, que sencillamente lo hicieron evolucionar.

¿Qué implicó para nuestro cuerpo el “bajarse del árbol”

;El estar en el árbol se resumía incluso en protección, lo mantenía alejado de ciertos predadores. Bajarse, implico incluso cambiar sus hábitos alimenticios. Algunos se mantuvieron cuadrúpedos, es decir, se trasladaban con cuatro extremidades, mientras otro grupo asumía la bipedación, el caminar sobre los dos miembros inferiores ¡Allí comienza el cambio!

Aparece la Bipedación

El caminar sobre nuestros dos miembros inferiores implica ciertos aspectos importantes:

1. Nuestro vientre y zonas de órganos importantes quedó expuesto al exterior, lo que nos hacía vulnerables a ser devorados. Esta situación pudo haber obligado a los primeros homínidos a utilizar elementos de la naturaleza (rocas, ramas, agua, etc.) para alejar a las especies que lo amenazaban. La importancia evolutiva de este evento está en que se comienzan a usar las manos entendiendo un objetivo, y está coordinación mano-cerebro fue un paso magistral para nuestro crecimiento adaptativo.

2. Las caderas: se engrandecieron y ensancharon, pues ahora deben soportar el peso corporal y garantizar una movilización estable. El canal del parto ahora tiene menos espacio, lo que los hizo más dolorosos incluso.

3. Las articulaciones de las rodillas: debieron fortalecerse al igual que las caderas.

4. Extremidades inferiores y superiores: Nuestros miembros superiores, que en los simios son muchos más largos, se acortaron pues ya no los necesitábamos tan largos para movilizarnos en los árboles. De forma contraria, los inferiores, las piernas se alargaron para junto a un fémur arqueado garantizar la forma erguida y el equilibrio.

5. Columna vertebral: la doble curvatura de la columna vertebral nos mantiene erguidos y estables.

Diferencias en los Esqueletos para diversas especies de Primates

6. El Foramen mágnum: es el agujero occipital, el sitio donde se inserta la columna al cráneo. Su ubicación se encuentra en la zona anterior al cráneo lo que lleva el peso de la cabeza hacia atrás de la espina dorsal y mantiene el equilibrio.

7. El pie: ya no tenemos dedo oponible en el pie, pues no trepamos. Además de ello, la presencia del talón, un cuerpo de pie alargado con la presencia de un arco o puente y dedos pequeños, no tan alargados, permitió el establecimiento del equilibrio y la movilidad en el hombre bípedo.

8. El cráneo: nuestra estructura craneal también fue cambiando, el ser bípedo amerita una cabeza menos pesada. En consecuencia, a lo largo de cada eslabón evolutivo observaremos una perfección y especialización de la estructura cerebral. La exposición de una mayor región frontal (Frente) y la presencia de un mentón prominente, la disminución del volumen y disminución de los arcos ciliares mejoró nuestras facetas, disminuyendo los rasgos simiescos.

9. El cerebro: se plegó en lo que llamamos circunvoluciones cerebrales. Esto es, como meter un rollo de tiras de estambre en un recipiente bastante plegado, sin eliminar su extensión. Nos garantiza este plegamiento, mantener y mejorar nuestras conexiones y funciones cerebrales sin tener una gran cabeza pesada.

Fuente: Esquema realizado por el autor (Imagen del Homo referenciada al final del texto).

Ventajas de la Bipedación

- El estar sobre los dos miembros inferiores permitió visualizar por encima de la sabana y protegerse de los depredadores.

- Facilita el transporte de elementos necesarios para la subsistencia, pues ya no necesitamos las manos para caminar.

- El gasto energético es mucho menor, pues el ser cuadrúpedo garantiza mayor velocidad bajo un alto coste de energía.

- Ayudo al equilibrio térmico, pues expone el cuerpo a una menor radiación solar y enfriarse con la brisa.

Otros cambios interesantes:

- No tenemos la nariz pegada a nuestra cara como la tienen otros simios. La aparición del tabique nasal nos estilizó definitivamente el rostro.

- Disminuimos el pelaje: se cree que el resguardo en cuevas y la utilización de pieles para cubrirse, disminuyó la presencia del pelo. El pelo nos ayuda a mantener la temperatura corporal y a proteger nuestra piel. Actualmente vemos, como en esta generación lo hemos casi anulado incluso, utilizando productos depilatorios pues hemos olvidado su función corporal.

- A diferencia de los simios, tenemos sólo el labio inferior con capacidad de evertirse. Debido a ello podemos extenderlo y doblarlo hacia afuera./p>

- El Hombre o macho perdió el hueso del pene, lo que nos lleva a mantener preponderancia en el sexo cara a cara. La pérdida de este báculo (presente en la mayoría de los mamíferos) eliminó la posibilidad de relaciones sexuales sin erección y se cree que una de las causas pudiese estar en la elección del hombre por la monogamia (Tener una sola pareja sexual), esto como una vía para garantizar el cuidado de las crías y dejar a un segundo nivel la distracción sexual.

Teorías evolutivas involucradas

De acuerdo con Charles Darwin, estos cambios se dieron a lo largo del tiempo. El hombre cuyas características adaptativas respondieron mejor a los cambios y presiones del ambiente, fue evolucionando hacia una nueva especie. En evolución lo vemos como especiación por anagénesis (Una especie adaptada evolucionó para dar vida a otra mejor en el transcurso de las eras geológicas posteriores a su aparición).

También pudiésemos incorporar a Jean B. Lamarck con su “Ley del uso y del Desuso” y la “Teoría de la necesidad” que, aunque no han sido muy respetadas por la Ciencia, aún se encuentran vigentes en los discursos evolutivos. Según esta teoría, perdimos el dedo oponible del pie porque ya no lo usábamos para trepar, y el pelo, porque nos cubríamos con agentes externos. En consecuencia, órgano que no se usa se atrofia, y el más empleado se desarrolla.

Para los seguidores del Equilibrio puntuado, este proceso evolutivo no fue progresivo, sino en saltos, sólo de esta manera pudiesen explicarse los grandes cambios alcanzados de un eslabón a otro.

¿Para qué me sirve esta información?

Seamos o no estudiantes y profesionales en Ciencias, es importante saber cuál es nuestro origen y procedencia. Conocer como tenemos cada parte de nuestro cuerpo funcionando gracias a procesos que pudieron durar miles de años, es vital para mantenerlo incluso sano. Tener un órgano con cierta función incluso pudo haber costado la vida de la especie que promovió ese cambio evolutivo.

De acuerdo con la Teoría Saltacionista, el hombre pudiese estar en una especie de equilibrio, pues sus rasgos adaptativos se han mantenido en el tiempo, como producto tal vez del conocimiento que él mismo ha generado, pues le ha permitido no sucumbir ante las presiones del ambiente, pues sencillamente encontró la forma de modificarlas y adaptar más bien la naturaleza a sus necesidades. Está información entonces permitiría a cualquier ser humano, visualizar su trayectoria evolutiva y realizar un análisis crítico del papel que ahora realiza en el planeta y las repercusiones incluso que, este puede tener sobre las adaptaciones que la vida misma se encargó de perpetuar.

Soy Alexaivy Torres, venezolana, Profesora en Biología egresada de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador. Coordinadora del curso Evolución. Amante de la Investigación científica cuantitativa y cualitativa. Mi propósito, dar luz a la oscuridad que marca la ignorancia. Entusiasta de llevar hasta las redes sociales todo lo que pueda contribuir con la lucha por un mejor planeta

REFERENCIAS

(De apoyo y experiencia más no citadas en la publicación)

Machado-Allison, C. (1976). Introducción al estudio de la evolución. Caracas: UCV.

Maier, R. (2001). Comportamiento animal. Un enfoque evolutivo y ecológico. Madrid: Mc Graw Hill.;

Mediavilla, M. (1999). La historia de La Tierra. Madrid: Mc Graw Hill 

IMÁGENES

Imagen del simio utilizada en la portada disponible en http://es.prehistorico.wikia.com/wiki/Proconsul

Imagen del Homo recuperada de https://factoriahistorica.wordpress.com/2011/01/31/%C2%BFquien-era-el-homo-erectus/

Cañete, M. (2012). El proceso de Hominización. Imagen recuperada de http://acercatealassociales.blogspot.com/2012/02/el-paleolitico-el-proceso-de.html