El que fuera el país más feliz del mundo hace una década atrás, de acuerdo al libro de record Guiness. Para ese entonces, en al año del 2008, el 57% de los venezolanos declararon estar bastante felices. Pese a que en ese entonces se comenzaba a evidenciar el inminente debacle económico y productivo del país, que había comenzado años atrás.

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Venezuela ocupa el puesto 102 de 156 países, de acuerdo al Informe Mundial de la Felicidad.

La realidad casi 10 años después, es totalmente distinta, los venezolanos se han visto victimas de una situación económica que ha sido perjudicada por una desatención en todas las industrias de producción, incluyendo la industria petrolera, que fue baluarte en este rubro a nivel mundial. Aunado a la grave situación económica, el nivel de violencia y delincuencia se ha desbordado al punto de tener algunas de las ciudades más violentas del mundo, en un país en el que de a poco se ha ido introduciendo una despreciable cultura narcotráfico, y delictivo.

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Producto de una escasa producción, tanto de rubros como de alimentos, Venezuela se ha visto sensiblemente afectada por un nivel de hambruna que afecta a casi el 70% de la población, así como la desnutrición infantil.

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El venezolano siempre se ha caracterizado por ser un ciudadano alegre, que afronta sus problemáticas con una buena actitud, y muestra de una gran resiliencia. Pero esta situación no tiene precedentes en el país petrolero y de las misses. Una situación muy dura en distintos sectores (salud, económico, y violento) han marchitado la alegría y el espíritu de hermandad que siempre ha caracterizado al país caribeño. A mi país.

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La diáspora venezolana, ha sido un factor que ha fomentado los niveles depresivos de Venezuela, donde familias se han visto separadas producto de que padres, tíos o hermanos, se han a otras tierras en búsqueda de una mejor oportunidad y expectativa de vida, tanto para sí, como para los suyos brindando un apoyo económico proveniente de divisas. Sin duda uno de los puntos fuertes del origen de esta depresión, ya que los venezolanos nos caracterizamos por ser personas muy apegadas a nuestras familias.

La lista de países más felices del mundo la lidera Finlandia, seguido de Noruega y Dinamarca, los países escandinavos lideran el top 3. Chile figura como el país más feliz de Sudamérica ocupando el lugar 25 del listado, seguido de Brasil ocupando el puesto 28, Argentina el 29 y Uruguay con el 31.

Espero que más pronto que tarde, Venezuela pueda recuperar la felicidad que nos ha caracterizado, y que sepamos apreciar lo que tenemos y las causas que originan esa felicidad, y no sólo por ser caracterizado por una etiqueta de felicidad inerte. Ser felices una vez más, en la tierra que nos vio crecer y formarnos como ciudadanos.