Cuando me preguntan qué películas clásicas recuerdo, en un instante me vienen a la mente el bombardeo de películas de semana santa, que por lo general eran y son producciones antiguas de los 60s, 70s y 80s. Como olvidar a Charlton Heston y sus geniales interpretaciones de Moisés en Los Diez mandamientos, el Cid, el planeta de los simios, el secreto de los Incas, Ben Hur (la más representativa), y entre otras buenas producciones que mencionarlas no alcanzarían en el post. Otras obras de semana santa que recuerdo tenemos a Jesús de Nazaret, la Pasión, La caída de Roma, Espartaco, Masada y tantas más geniales producciones. Y para terminar esta remembranza de películas clásicas, como no mencionar a las poseras obras de Clint Eastwood en el lejano oeste.

Hacer una lista de películas antiguas sería interminable, pero he de confesar que de entre tantas se me había escapado una producción, que recién se me recomendó ver, ya en estas épocas dosmileras, en pleno apogeo de películas computarizadas y acaparada de efectos especiales; y esta genial obra es 12 Hombres sin piedad.

12 hombres sin piedad, 12 hombres en pugna o en su idioma original 12 Angry men es una película Estadounidense de corte dramático, estrenada en 1957. Esta película fue dirigida por Sidney Lumet y cuenta con las principales actuaciones de Henry Fonda, Lee J. Cobb, E. G. Marshall, entre otros. Esta obra está basada en el guión para TV de título homónimo escrito por Reginald Rose; así mismo, fue nominada a tres premios de la academia incluida mejor película.

Tras escuchar todos los testimonios y valorar las pruebas presentadas, un jurado popular compuesto por doce hombres tienen que decidir, por unanimidad, si absuelve o condena a muerte a un joven acusado de haber matado a su padre. Al principio, once están completamente convencidos de su culpabilidad y se inclinan por la condena, pero será un solo hombre, el jurado n° 8, quien ponga en la mesa una duda razonable. A partir de aquí iniciara un porfiado debate y un obligado análisis para cada uno de los jurados. Y como hace referencia el título de esta obra, veremos como 12 hombres sacarán lo bueno y lo malo de sus personalidades, tan solo en cuatro paredes veremos las diferentes motivaciones del ser humano y cómo influyen estos en la toma de sus decisiones; hasta el veredicto final.

Es increíble, como en un escenario de tan solo cuatro paredes se puede haber desarrollado una gran película como esta, cómo de una premisa como la duda razonable puede surgir una genial trama, que con un análisis sesudo de los personajes se puede aproximar siquiera a la verdad. Como ya se mencionó anteriormente, veremos en este debate los diferentes puntos de vista de cada jurado, que dependiendo de sus procedencias, estratos sociales, prejuicios, emociones, y motivaciones, nos argumentarán sus puntos de vistas, y como cada quien trata de imponer el suyo.

Finalmente, recomiendo esta obra clásica, que tengo que reconocer, no recuerdo haberla visto de niño o adolescente, si no hasta recién en estos años que me fue recomendada por un profesor de la universidad, es así que me enteré de la existencia de esta gran producción. Espero la puedan ver si no lo hicieron y me cuenten qué les pareció. Un dato extra es que también existe una adaptación española realizada en 1973 y en 1997 se hizo otra versión en los Estados Unidos para la televisión. Ahora sí, sin más me despido,hasta la próxima.