El último café
Domingo, 20 de enero 5pm. Ciudad de Lonestound; Leslie & James.
—¿Nos jodemos o avanzamos, Leslie?
—No tiene caso, es lo mismo de siempre. Cambiamos las emociones, más no los actos.
—Tienes razón. Pero merecemos una cuarta oportunidad.
—Quinta. Y no, no necesitamos seguir sufriendo por lo mismo, por la monótona situación de estar luchando por algo que nunca pasará en un futuro.
—¿Por qué te adelantas a hechos no ocurridos?
—No te creas que has sido mi primer amor.
—¿Tienes otra prioridad, cierto?
—Así es, cariño. Y espero que valores el esfuerzo que hago haciéndolo, porque uno de mis prosas son dedicadas a ti.
—No sabía que escribías cosas sobre mí, pensé que eran tus vacíos, tus decepciones amorosas, las burlas, el engaño, la miseria...
—No sigas, basta.
—Te estoy siendo sincero. Dime, ¿dejarías de escribir por enamorarte de alguien que puede ser el amor de tu vida?
—Si es el amor de mi vida realmente volverá, el resto no importa.
—... ¿Ser autora es lo que realmente quieres?
—Sí, me hace feliz, gracias a ello comprendí que los recuerdos pueden ser obras de arte, como mis relatos ficticios y fantásticos, el drama romántico y las historias de suspenso. Es increíble lo que puedo llegar a crear e imaginar.
—¿Qué piensas sobre nosotros? ¿Llegaremos lejos?
—No creo. Porqué ya me sabré el final de éste. verás, nos rompemos el corazón, volvemos a encender esa llama, así es todo el maldito tiempo, volviéndose un ciclo. No estamos hechos para cual, tu Yin es alguien más. Nosotros hemos tenido un lindo romance, con carcajadas, aventuras y momentos imborrables, pero nosotros necesitamos conseguir o dejar que entre alguien a nuestras vidas que nos conquiste con su alma, que cada uno de los dos tenga sus caminos separados, porque juntos volvemos a volar en distintas direcciones.
—Yo puedo ser Yang, aunque... verás que somos polos opuestos, pero eso no significa que no estemos hechos uno para el otro, no quiero que me abandones, todavía estamos jóvenes, podríamos cometer una equivocación. Es extraño que ahora los jóvenes sólo quieran el placer pero no el amor a la antigua, pero yo quiero que seas mía para toda la eternidad, aunque eres libre como la mujer qué eres, como una mariposa empezando a levitar. Quizá sea cierto lo que has dicho, pero no sabemos el futuro.
—Quizás tengas razón, pero ya no quiero volver a intentarlo, ahora no. Quiero tomarme un tiempo, quiero escribir, dedicarme a esto es lo mejor que me pudo haber pasado en mi vida. Me hace sentir tan bien y tan... increíble. Es maravilloso. Dios tiene dones para cada uno de sus hijos, no por esto estoy por encima del resto.
—¿Entonces para convertirte en autora, tienes que mandarme a volar?
—Yo creo que sí. Es lo mejor, necesitamos motivación propia, amarnos nosotros mismos, mantener una distancia, realizar actividades que promuevan las buenas causas, buenos momentos y dedicarnos más a nosotros. Pronto volveremos aquí, te lo prometo.
—No me abandones, aún no estoy listo, mi corazón no quiere despegar...
—Despeguemos, aterrizamos lejos, como un país desconocido descubriendo culturas y personas. Necesitamos recuperar el tiempo perdido que nunca nos dimos. Necesito que confíes, por favor.
—...¿Me escribirás algún día?
—Cuando esté lista, cariño.
—¿Un año, cielo?
—Creo que sí. veremos qué pasa. Aún estamos jóvenes, tienes diecinueve, aunque yo soy dos años menor que tú. Ahora es momento de despedirnos, quiero que conmemores mis palabras:
« No te ahogues en un vaso de agua, yo volveré a nadar hacia ti, si Dios quiere que nos volvamos a encontrar. Por ahora, sólo enfócate en ti, un marinero dibujando constelaciones, y en la tormenta más grande, pensar en sus mejores momentos de victoria, quiero que recuerdes que te sigo amando, pero comprendí que amar es dejar ir aunque me duela más, soy difícil en demostrar mis emociones; pero con el tiempo verás lo lindo que va a llegar ser tu vida, como la mía, todo es cuestión de tiempo, anhelamos tener compañía, cuando lo que tenemos que tener siempre a nuestro lado, es la conciencia de disfrutarse a sí mismo, de saber que contigo podrás pasar la más linda tarde con un café en la mesa, escuchando nuestra música favorita, leyendo un libro motivacional o de nuestro género, liberar nuestros pensamientos y obtener la paz, la serenidad, de haber conseguido la felicidad dentro de nuestras almas, orando cada noche, dejando todo en las manos de Dios, sé tú mismo, alguien igual de lunático y de gustos raros, te encontrará mientras estés ciego; el amor está en todas partes del mundo; créeme que conseguirás lo que tanto deseas, tus metas serán cumplidas, y tus aportes de estudio servirán de aprendizaje para toda la población. Pero... vuélvete a enamorar. Enamórate. Vive. Ríe. Sueña. Ilusiónate bonito. Estamos para vivir. No para dejar de un lado el sentido de la vida. »
—Mi cielo, como desearía volver a tenerte, te necesito.
—No digas más. Necesitas de ti. Y yo necesito de mí.
—¿Estás segura de nuestro reencuentro?
—Sin duda. Pero luego nos vamos de aquí y nos dispersaremos por avenidas distintas... ¿James estás escuchando?
—Mi corazón es sordo, pero me alejaré de ti, y volveré cuando tú lo prefieras, después de todo, lo del tiempo es muy cierto. Sólo te llamaré cuando pase cierto tiempo, y hablo de meses.
—No estoy de acuerdo de qué nos escribamos ni nos llamemos. Yo volveré a la ciudad cuando me sienta lista, cuando te haya superado finalmente...
—Ya he comprendido todo... Pero yo no podré superarte, ya mi adolescencia está terminando, espera, ya soy un adulto. A mí me resultara un poco más difícil.
—No esperes por mí, no hace falta. Sé feliz por tu cuenta, ya hemos coincidido, y lo importante es tener nuestras almas conectadas, no significa que dejemos de ser grandes amigos.
—Quiero un último beso.
—Eso no te lo puedo negar, tengo sed de ti.
—Pero con una condición, que dure unos largos minutos.
—Lo mínimo que podría sería una media hora.
Escrito por; @andreissanchez
Upvoted.