Venezuela Concurso - Semana 14 – La jalea de mango de Juana

Saludos, aquí dejo mi participación a la convocatoria propuesta por @marcybetancourt en la Comunidad de #VenezolanosSteem. Infinitas gracias a las organizadoras por su disposición y organización en ayuda de los venezolanos.

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Ilustración: Antolina Martell. Dibujo a lápiz grafito. 20 x 15 cm. Cumaná 2021.

La jalea de mango de Juana

Muy de mañana, a mai’Juana se le escuchaba alterada, al dirigirse a una rana infiltrada en su altar sagrado, la cocina de la casa. Sigilosa tomaba la paila de hacer guarapo de café, por el mango, mojaba de sopetón a la pequeña rana, haciéndola salir de la platera. Allí empezaba el alboroto y el anuncio de que había amanecido.

Otro indicio de la salida del sol era el ramo de flores frescas del patio. En esta oportunidad acompañaban a las coloridas aves del paraíso las de mango por su penetrante aroma alcanforado. Mi madre orgullosa por el armonioso ambiente familiar alrededor de la mesa servida, disponía el desayuno. El pícaro de papá, preguntó en tono distraído, “comaita Juana, para cuándo estará la cosecha de su mata de mango”.

Antes de responder, ella sonreía ampliamente hasta abrir tanto sus fosas nasales, que sus vivaces ojos redondos se ponían chiquiticos. “Dos días más compai, cuando tengan el tamaño de una manzana importá. Cuando lleguen de la escuela envíe a los muchachos para que suban a la mata y los cojan con cuidao, que no me gusta mango gotiao. Así será, sí señor.”

Entre un pásame las arepas para el relleno al gusto de cada quien, recordaron la llegada de mai’Juana a la casa para trabajar. “Es la primera cosecha de la mata, esa semilla de mango la trajo usted y la sembró llegando aquí.”
Ella dejó de sonreír por un momento, suspiró y miró con ternura a mi mamá, “así mismo fue, porque usted se paró en la carretera para comprarme jalea, me miró la cara de hambre y la de mis dos muchachitas, sí señor, y la comaita me invitó a vení. Bueno primeramente gracias a Dios.”

Su casa estaba cerca de un río sombreado de matas de mango. Según la cosecha, mezclaba la jalea de mango verde con piña o con lechosa. Las guayabas y las cerezas le daban a la jalea un sabor glorioso. Su vida cambió cuando se terminó la “carretera negra”, la nueva vía echó al olvido el antiguo paso real de tierra. “Gracias a los antojos de la comaita, que la hicieron volver”.

Al saber esta conmovedora historia, la ternura de mai’Juana comenzó a tener sentido para mí, al cargarme en su regazo para dormirme, inventaba en cada beso, “mi niña hoy está olorosa a manguito maduro con guayabita del Perú”.

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Aún estaba oscuro. Con todo el jaleo de hacer la tan esperada jalea, su atención estuvo puesta en el “dale y dale paleta” dentro de la burbujeante olla. Lista la mixtura perfecta, el papelón rayado, los palos de canela y un puñito de aromáticos clavos.

Recostó la silla contra la pared para descansar la espalda, por un instante el sol le sorprendió, cerró los ojos, suspiró relajada, confiada en su sagrado templo. La rana despertó del letargo, pasó su lengua y sus manitas por sus ojos adormilados, aún estaba verde como su cuna, había dormido sobre la redondez de un mango, se irguió con sus patas delanteras y con un calculado brinco le selló los carnosos labios a mai’Juana. Sin poder gritar por auxilio reaccionó de inmediato, tomó por el mango al cucharón de jalea caliente para desprender a la perversa rana del ¡beso ingrato! Debió usar gran cantidad de jalea caliente, quedó poca, pero sabrosa.

Fin.

Aclaratoria, sobre los pasos dados en la ilustración:

Las dos ilustraciones son originales. La primera es dibujada a lápiz y dejada en tonalidad sepia. La segunda también dibujada a lápiz, luego coloreada. Ambas fueron trasladadas a mis documentos a través de una foto con mi celular ZTE. Ambas pasaron por el programa de Adobe Photoshop CS, para limpiar el fondo y reafirmar los tonos.
En esta oportunidad no colocaré las imágenes con los pasos, son ilustraciones modestas, ambas cumplen con la función de ser el apoyo visual del relato.

Gracias por su lectura. Suerte a todos

Sort:  

Hola @antolinamartell. Que grato placer es leerte!

Tu cuento es una maravilla. Al principio me reí mucho cuando asociaste el amanecer con el café, las flores del patio y la rana, jajajaja. Eres genial! Vi clarito el baño de agua que recibía este anfibio.

En cuanto a tus dibujos qué te puedo decir... son una belleza!

Este beso de rana cambió la percepción de los cuentos infantiles ya que Juana no se convirtió en princesa, jajajaja.

Gracias por participar en este concurso. Un gran abrazo!

Gracias @marcybetancourt por tu acogida y ternura con la que miras el pasado, igual que yo. Que la cosecha de cuentos te haga sonreír los días por venir. Un abrazo amiga.