Aprendí a verlas no como batallas, ahora las llamo “desafíos”, esto me lo ha enseñado la misma dinámica de la vida, que el lenguaje , lo que mi boca y mente decreten se pueden hacer realidad, de modo que vivir en constante batalla es estar por razones militares y verbales siempre dentro de una guerra (la vida) de manera que quiero percibirla como más bien un lugar placentero donde se nos presentan desafíos y en ellos aprendemos habilidades, destrezas, donde hay tiempo con poca provisión otros con muchas , además donde nos vamos topando con personas que también se encuentran en diferentes retos o desafíos y a los que hay que comprender y así ser comprendidos.

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Mi primer desafío lo viví muy niña, nací en una familia “disfuncional” o mejor dicho la pareja constituida por mi padres eran diametralmente opuestos, de forma tal que teniendo 6 años ellos se separan y nuestra madre mi hermano y yo comenzamos a vivir el reto de seguir adelante, aunque mi papá nunca nos abandonó monetariamente, siempre lo vimos con frecuencia ya nada sería igual, creo que dentro de todo fue positivo, de una discusión diaria pasamos a la paz.

Luego llegaron otros, porque una de las cualidades de la existencia es que siempre están presentes unos fuertes otros de menor intensidad, pero todos te conducen a aprender, por ello existen, de todos aprendes (eso lo entendemos con un poco de tiempo). Llegaron la universidad, las adversidades económicas, los desamores, las desilusiones con amigos, la pérdida de seres queridos… en fin toda una escuela.

Sin embargo el más difícil ha sido en la actualidad, (en ocasiones son progresivos) ha significado aprender a vivir en soledad, a afrontar una condición de enfermedad de mi hijo sin mi familia que emigró toda por la situación país, ya con mi padres fallecidos, los amigos que creí cercanos algunos marcharon y se fueron desdibujando por el tiempo o el espacio y otros no saben cómo acompañarme, que decirme ante una situación tan inesperada, de manera que este nuevo reto que ya tiene dos años me ha enseñado a orar a solas, a encontrarme hasta con el ultimo sentir de mi corazón estando solo conmigo, no libro una batalla porque no estoy en guerra, estoy desde mi paz, desde lo que he aprendido, desde el amor más grande sorteando un desafío…que estoy segura lo libraré.

“Las dificultades a menudo preparan a la gente común para un destino extraordinario.” – C.S. Lewis

Agradecida a @yancar por motivar a la escritura, a la reflexión y un poco a la "catarsis" necesaria...gracias
Invito cordialmente a: @cmp2020 @rashel @lirvic