Sabemos que existe la vida en seres que no son para nada parecidos a nosotros, pero ¿Y si existieran seres parecidos a nosotros en un mundo más diminuto que un quark? Se imaginan…. Todo un universo, galaxias, sistemas solares, planetas llenos de recursos para la vida; en donde como sociedad vivieran seres regidos por leyes, con sistemas financieros, políticos, en fin…. Tal cual como conocemos nuestras vidas…

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“Aquí podemos ver a Walter R. Tschinkel (Biólogo entomólogo y autor del libro The Fire Ants – Las Hormigas De Fuego) junto a un nido de hormigas, luego de ser prácticamente “disecado” con aluminio.”

¡No les parece más allá de intrigante, emocionante, el saber que puede llegar a existir toda esta vida súper pequeña! Y más aún que todo lo que conocemos como universo, puede ser, ¿Un átomo? O ¿Un quark?

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Desde que tengo uso de razón siempre he tenido estas y otra preguntas en mi cabeza, recuerdo que a la edad 4 años pase por una intervención quirúrgica (nací con estrabismo y solo fue para “corregir la misma”), luego de que la operación fuera todo un éxito, lo primero que hice al despertar fue pedir un tetero! ¡Jajaja! Mi madre tan bella, hermosa y preocupada ya lo tenía listo, pues, sabía que su “muchachote” iba a pedir lo que no podía faltar en ningún momento: ¡Su preciado Tetero!

Minutos más tarde llego mi GRAN HÉROE: ¡Mi padre! Con uno de los regalos que hasta el día de hoy recuerdo como la primera vez: ¡3 Historietas de He-Man! Cabe destacar que no sabía leer y todo lo que hice con ellas fue ojearlas una y otra vez, de verdad, fueron incontables las veces que las “leía”.

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Aparte de los vivos colores y los personajes (de los cuales me convertí en un gran fan, tuve toda la colección de muñecos, castillos, villanos y demás) lo que más llamó mi atención era el ver como todo se desarrollaba en un mundo, el cual era totalmente diferente al mío, donde lo “imposible” se hacía posible mediante el poder de Grayskull.

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Recuerdo preguntarme mientras mi imaginación volaba jugando con los muñecos, castillos, villanos y demás: ¿Existirán lugares así? ¿Serán más grandes o pequeños que yo? Desde este punto en mi infancia y mi vida, la curiosidad por todo lo magnifico, grande, pequeño e imposible se incrementó. Creo que todos hemos tenido soldados de plástico (estos verdes con “tablas de surf” pegadas a los pies) con los cuales hemos jugado en nuestro patio o el del vecino, o en casa de nuestra tía donde había todo un mundo de posibilidades en el jardín.

Mientras mis primos chocaban los soldados entre ellos, yo por mi parte los colocaba en lugares estratégicos, donde para mi eran parte de una sociedad (junto con mis Tortugas Ninjas, Spider-Man, y todos los otros muñecos de He-man) en la cual todos convivían de manera armoniosa en un mundo totalmente diferente al mío, pero especialmente pequeño.

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Mi fascinación por lo pequeño me llevo a una nariz rota, aquí en mi país jugamos al “Fusilao”, un juego que consiste en pegarle con una pelota (de goma) al oponente de manera rápida y sin clemencia (Si es un poco cruel, lo sé, jajaja). Mientras jugábamos un Match de todos contra todos con pelotas de tierra formadas por la lluvia, en el medio del campo de batalla, llamo mi atención un gusano verde con puntos amarillos y azules, en este instante en menos de un milisegundo, imagine como sería su vida y que estaría haciendo y pensando, créanme, la paz con la que se arrastraba no era normal. Mientras yo sudado y hasta asustado porque no me pegara una pelota de tierra, estaba luchando en la “Batalla de El Ingenio”. Cuando a lo lejos escucho la voz de uno de mis primos, desvió mi mirada hacia él y ¡PUM! He recibido tremendo mamonazo (golpe, galleta, tortazo) en mi nariz. Cuando caí en cuenta su llamado fue un grito de ¡CUIDADO!, pero ya era muy tarde, mi miedo se había hecho realidad, pues tenía la nariz rota y mucha sangre en mi franela.

Al momento de relatar a mi familia lo que fue mi guerra campal y como en ella mi nariz quedo más perfilada, sus risas fueron estratosféricas (en este lado del charco bromeamos por todo), mi tía, con lágrimas en sus ojos de tanto reír me preguntaba una y otra vez ¿Cómo se te ocurrió ver a ese gusano? A lo cual yo respondí: “Me gusto el gusano y solo lo vi”. El explicar todo lo que paso por mi cabeza iba a romper su momento de chalequeo (jaleo, bromear).

Una de mis películas favoritas de todos los tiempos es Dr. Seuss' Horton Hears a Who! (Horton y el mundo de los quién) en la cual nos narra como un elefante (Horton) escucha una voz en una planta (Diente de León) de la cual descubre que viven seres en su interior. La trama principal se centra en como Horton debido a la comunicación con Ned O´Malley (Alcalde del pueblo que habita en la planta) decide salvar a toda costa la misma, ya que, que todo lo que sucede en el exterior (el mundo de Horton) perjudica al pueblo de Villa quien (el pueblo que se encuentra en la planta).

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Luego me di cuenta que se suman a esta maravillosa película, The Grinch y The Cat In The Hat, en las cuales también todo su desarrollo ocurre en el mismo pueblo de Villa Quien.

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La manera pedagógica, sencilla y hasta poética en como Theodor Seuss Geisel (Dr. Seuss) nos lleva a este mundo de posibilidades y vida en lo diminuto es magistral. Grandes libros infantiles como “Cómo el Grinch robó la Navidad” (How The Grinch Stole Christmas)”, El Gato en el Sombrero (The Cat In The Hat), El Lorax (The Lorax), nos llevan más allá de nuestra imaginación, dándonos esta gran incógnita con pinceladas “infantiles” de como el ser humano puede convertirse en un ser cruel debido al interés propio.

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En la actualidad los estudios sobre lo “pequeño” son cada vez más profundizados, creo y por lo que veo, no solo a mí me intriga y hasta apasiona, no solo el cuestionarme o imaginarme si hay vida como la concebimos o conocemos, con todo este sistema lleno de reglas y pautas para vivir sanamente como sociedad. Sino que todo lo que conocemos hasta ahora podría ser un mundo en una partícula, podríamos ser como en la película de Horton y el mundo de los quien nos demuestra, un pueblo en una planta. Regidos por seres que viven en un mundo más grande que el de nosotros, en el cual todo lo que pase allí nos afecta directamente o indirectamente a todos.

Como algunos de ustedes habrán visto en alguno de mis post soy un gran fan de la fotografía, es una de estas tantas tareas u oficios que todos queremos hacer, me encantaría profundizar en este maravilloso arte. Hasta ahora es lo que más me acerca a este mundo de lo grande y lo pequeño, pudiendo plasmar en una imagen, recuerdos llenos de vivencias, anécdotas y hasta porque no… ¡Todo un Universo de Partículas!

Comparto con ustedes mi fotografía más reciente, en la cual sin querer me di cuenta de que una de las plantas de la casa donde vivo, está a punto de morir con estos seres que habitan en sus tallos. (Si alguno de ustedes sabe que son, por favor, hágamelo saber en los comentarios).

Creo que con esta foto puedo ilustrar para ustedes esta disparidad a nuestro alrededor. Mi mundo podría afectar el suyo y viceversa, es impresionante como a pesar de la complejidad de todo lo que existe, estos seres están concentrados en destruir la planta de mi suegra, e imaginar el infarto que le dará cuando se entere de la reciente invasión. (Jajajaja).

Este post solo es el principio de lo que para mí es una eternidad llena de descubrimientos y emociones para todos, sé que la ciencia nos sorprenderá con todo lo nuevo que hay en lo pequeño.

!Hasta un próximo post mis queridos lectores, bendiciones!

“Todo lo que vemos en este mundo, se encuentra en un estado ilusorio”
(Viejo Concepto Budista)