Besos

Puedes besarme ahora, hazlo, será difícil, como todo lo nuestro que siempre lo fue, antagónico, anónimo, al revés, absurdo, atados sin cuerda, sin futuro , dando vueltas como remolinos sin causa, desafiando confusiones, vaciando tonterías, eso éramos tú y yo, bésame ahora que no estamos pensando, solo sintiendo, es poco lo que me queda para marcharme y ten por seguro que no volveré, no puedo quedarme, y aunque no quiera irme, lo haré.
Mi imagen se ha tornado gris, más resaltante que tu sombra, he revisado todos mis recovecos y no hallo semejanzas ya, ni sentido alguno para evitar este escape, empedernido en su totalidad de que se haga magia y desaparezca lo nuestro como si jamás hubiese existido.
Más allá de la noche nos espera un dormir pesado, un silencio largo que no soportaremos, más no habrá un nosotros, eso si, muchos besos que recodar.
Puedes besarme sin tapujos, encuéntrame en nuestros labios sedientos de su último toque, de estremecerse con tu fragancia, y de permitir que tus manos se sientan muy cerca de mi nuevamente, y me quede paralizada, hasta tranquila y hagas de mi la escultura perfecta.
No nos queda nada, demasiado cobardes o demasiado valientes, no sé realmente que somos ahora en este instante, me voy e ignoro por qué ahora recibo más tu amor que nunca, como un espejo que me perseguirá toda la vida, y que siempre hacia donde mire me veré en ti y tu en mi.
Bendito orgullo este el mio y el tuyo, que de nada sirve más que para seguir diluyendo dolor, aún así, nos distanciamos de el para el bien de los dos.
Me voy te dejo ante el fracaso de lo que hemos sido, o reinventemos recuerdos que no me llegan a la imaginación, ni siquiera me atrevo a querer descubrirlo, solo deseo tus besos ahora, que no se me borren , que no se aniquilen de mi memoria, que ésta no quiere morir, y aún me queda lucha aunque ella ya no sea por ti ni por los dos y te amo más que nunca y detesto este momento, se me va la vida en cada paso que avanzo hacia la salida, se me va lo que fui, estando aún viva.
No olvides nada, no me olvides, recuérdame cada día en tus labios, sentada sobre tu mesa, durmiendo entre tus sábanas como si siempre fuese a ser eterna, haz de mi el recuerdo de lo único vivido que valió cada pena en tu vida, que en la mía, sigues siendo la vida.