Confluencia inédita | Versos libres
Extraños días a tu lado.
Jamás pensé que el universo te tenía planeado. Aquella vez que te vi ni hice reparo en imaginar largos días junto a ti, no pensé conocerte, mucho menos volver a verte, ni tampoco querer quererte, fuiste inesperado pero indiscutiblemente me gusta estar a tu lado.
Nuestras veladas eran repentinas. Me escribías y de una vez todo fluía, me decías para vernos y era como si le pidieras a un niño salir a buscar caramelos y juguetes, salía corriendo para así verte, para tenerte de alguna forma y ser tuya de cualquier manera.
Y aunque sabía que todo pasaría y se esfumaría —como el humo en tu habitación, nuestras siestas en el sillón o las birras en el bodegón— me arriesgo a decir que sentía el infinito en mis manos, sentía que podía jugar con él como pelota de goma y por primera vez atreverme a quererte entre tantas bromas.
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Así, sin prórroga, llegábamos directo al grano, jugabas con tus manos sobre mi cuerpo, tus labios trataban de reparar mis carreteras, y tu mirada intentaba encontrarme donde ya me había perdido hace mucho tiempo, me sentía diosa en un templo, y tú un dios conquistando aquella ciudad abandonada. Benditas sean esas madrugadas eternamente efímeras y malditas sean las despedidas brevemente infinitas.
No puedo negar que todavía me sorprende aquella sincronía, nuestras caderas parecían que se unían con cada movimiento intenso, con cada encuentro violento, fugaz, pasajero, pero no perecedero en mis noches. No solo era en el sexo, sino en nuestras manías, en la manera como sonreías al verme, o como yo reía al verte, existía simetría en tu forma de ser junto con la mía, era como una pequeña fantasía de esas que terminas convirtiendo en poesía por inercia.
Parecía que Dios había preparado cautelosamente nuestra confluencia, como si con mucha paciencia hubiera movido algunas piezas de este rompecabezas que llamamos vida y así juntarnos de cualquier manera ordinaria, como si quería que pasaras desapercibido por mi mente porque sabía que instantáneamente todo sería latente, y sin previo aviso estarías presente en mis hábitos.
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Confieso que aún después de irme seguías en mi mente, siempre tus versos se encuentran presentes, y sueño con mis labios rozando tu barba en cada amanecer inexpresivo de nuestros encuentros fuera de la ciudad. Y no es por inventar, pero hasta te pienso con maldad, te encarno con mis manos en mis noches frías o si no termino convirtiéndote en cualquier otra poesía.
Conocerte fue algo inédito, pero a la vez un hecho que mi subconsciente conocía hace mucho tiempo, fue reencontrarnos.
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✧ Algunos versos libres inspirados por inercia de aquella confluencia, completamente de mi autoría ✧
"De alguna manera los dos estaban mucho más solos que los demás, compartiendo el mismo agujero del abismo." —José Agustín
Me encanto, espero sigas escribiendo mas versos. Saludos.
Muchas gracias por el apoyo :)
Que buen estilo, cotidiana situación con una extraordinaria experiencia. ✿ ❀❃
Tote gracias, de eso se trata hacer de lo cotidiano algo memorable.
Oye que profundo, hace sumergirse dentro del texto; lo hice parte de mí!
Me agrada eso, muchas gracias :)
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Atentamente:
Muchas gracias por su constante apoyo <3