A la 1:30pm nos encaminamos a la parada que se encontraba a una cuadra, allí esperamos el bus que nos trasladaría hasta el centro de la ciudad porque teníamos una reunión o taller referente a créditos para nuestros emprendimientos, al llegar todo era una locura porque había un desórden para entrar y las personas se encontraban discutiendo.

Nos ubicamos en la cola y esperábamos ingresar al taller el día de hoy, pero al rato nos notificaron que el auditorio estaba lleno y ya no dejarían entrar a más participantes, nos inscribieron en una lista para volver mañana y recibir el taller de emprendedores.

Al salir del sitio, nos dirigimos a Cortubar para preguntar sobre unos permisos pero al ubicarnos en el monumento de la casa de Eustoquio Gómez nos dimos cuenta que ya habían cerrado, un funcionario nos informó que solo mantenía abierto en el horario de la mañana, nos fuimos caminando al punto donde Samuel nos pasaría buscando.

En eso pasamos por MangoBajito una sucursal donde venden todo tipo de productos para el hogar a un precio considerable, además vimos en la calle a unos señores que se encontraban tocando música tradicional y nos quedamos observando su arte, de verdad que bonita es la música venezolana.

Al estar en la tienda, la sra. Lilian se puso a observar la excibición de moldes para realizar bombones de chocolate ya que actualmente posee un emprendimiento de esto, por mi parte me encontraba observando la variedad de juguetes para niños que tenían y escuchaba la música melodiosa del grupo San Luis que antiguamente eran conocidos como Voz Veis.

Llamo a Dailin su esposo que ya se encontraba en el punto de encuentro, pero la sra. Lilian no había cancelado lo que iba a comprar, así que decidió irse en bus. Nos apresuramos hasta el lugar donde Samuel nos estaba esperando. Nos trasladamos hasta mi residencia, al despedirme de mis amigos subí a la habitación y noté que nos habían quitado el servicio eléctrico y mi teléfono estaba descargado.

Me dí un baño para quitarme el sucio de la calle y me puse a esperar a que llegará la luz, comenzaron a pasar las horas y nada que llegaba el servicio eléctrico, miraba por la ventana la poca luz de la noche y mi estómago sonaba porque tenía hambre, no podía cocinar porque la cocina que tengo es eléctrica; dividí acostarme a dormir.

Al instante que me arrope llegó el servicio eléctrico y salté de alegría sobre mi cama. Busqué la harina y comencé a preparar la cena, comí y me puse a realizar mis publicaciones y comentar los posts de la comunidad, logré terminar a la medía noche, hice mi oración y me acosté a descansar tranquilo porque pude adelantar gran parte del trabajo.

Soy Crisstian Sánchez de Venezuela.

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_{Todas las fotografías de esta publicación son de mi autoría.}

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