¿Qué fue lo más difícil de llegar a la adultez?

Todas las etapas de la vida encierran retos y responsabilidades que debemos asumir, pero es en la adultez cuando se formalizan los compromisos que marcarán nuestro futuro...

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⌛ ¿Qué fue lo más difícil de llegar a tu adultez?

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Cuando a los dieciocho años de feliz existencia salí de Mucoelrío, mi pueblo natal, a cursar una carrera universitaria, pensé que me había hecho adulto, debido a la inmensa responsabilidad que tenía por delante. No era para menos, me alejaba de ese entorno familiar donde seis hermanos, cuatro hembras y dos varones, velaban todo el tiempo por todo aquello que me hacía falta (yo era el último hijo de mi madre) para radicarme solo en una ciudad desconocida, en un ambiente en el que no estaba acostumbrado a desenvolverme.

Los primeros tiempos, sobre todo, fueron muy difíciles para un joven que jamás en su vida había cocinado siquiera un huevo frito, que siempre encontró en su cuarto su ropa, lavada y planchada, lista para usarse; que debía enfrentar los complicados procesos universitarios sin conocer a nadie y resolver sus urgencias con los escasos recursos económicos que tenía... Todo ello se fue haciendo más fácil a medida que fui aprendiendo lo que hacía falta para subsistir, pero estaba latente el compromiso de convertirme en un excelente estudiante, ya que no debe haber nada más desconsolador que salir del terruño a cumplir un objetivo y regresar derrotado.

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⌛¿Hay un momento en particular que puedas compartir en el que digas: ahora sí, soy un hombre o mujer en toda su palabra?

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Ese momento llegó cuando conocí a la mujer que hoy en día es mi esposa. A pesar de que, como estudiante y en los trabajos que tuve tanto antes como después de graduarme, fui siempre muy responsable, estuve dedicado en todos esos años a una vida disipada, no desaprovechaba jamás una oportunidad de parrandear con los amigos. La formalidad de pasar la vida al lado de una mujer y tener una familia que me coartara la libertad de irme adonde me diese la gana a disfrutar no se encontraba ni remotamente en los planes de mi existencia.

Hasta que conocí a la bella dama con quien un buen día me casé y luego tuvimos dos hijos. Ella supo llevarme, con mucho amor y paciencia, por los juiciosos caminos de la moderación y me enseñó a tomar conciencia de mis capacidades, de todo lo bueno que podría realizar si me daba cuenta de que el mundo no era solo un escenario para la diversión, porque existen otros hermosos propósitos que nos llenan de orgullo y satisfacción… Cuando al fin lo entendí, me percaté de que me había convertido en un hombre en toda la extensión de la palabra.

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⌛¿Has visto a hombres o mujeres comportándose a tal grado de inmadurez que parecen niños?

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Hace dos meses, en el velatorio de un amigo, había una pareja de un hombre y una mujer que rondaban, por lo menos, los 40 años de edad. Estaban vestidos con trajes de luto, adecuados para las rigurosidades formales que se exigen en estos casos; sin embargo, lo extraño era que había momentos en que dejaban de hablar entre ellos y comenzaban a besuquearse y a prodigarse caricias sin ningún pudor. Era por supuesto una bochornosa manifestación que no compaginaba con la gravedad de la situación, pero como de repente parecían darse cuenta de su inadecuado comportamiento, los demás terminaron por no hacerles mucho caso.

Lo peor, sin embargo, fue que más tarde comenzaron con una escandalosa pelea cuyos gritos alteraron el ambiente luctuoso que allí reinaba. No fue necesario mandarlos a sacar de la funeraria porque ellos mismos se fueron dirigiendo hacia la salida, mientras se manoteaban y vociferaban improperios, pero en verdad daban pena ajena.

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Invito a los amigos:
@damisvilladiego y
@norat23

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_{Nota: La imagen de portada y la última, pertenecientes al autor, fueron tomadas con la cámara del teléfono móvil, modelo: Samsung SM-A135M; la del centro con una cámara Sony, modelo: DSC-W180.}