A partir de ahora lo comprare todo online

No soy fanático de las nuevas tecnologías y mucho menos de comprar por internet.
No es la primera vez que compro algo a través de plataformas como Amazon y una vez recibido descubro que la calidad del producto comprado deja mucho que desear.
Eso por no hablar de mis intentos por comprar ropa a través de internet, ya he decidido no comprar más pantalones o zapatos, acertar con la talla se ha convertido en un acto de fe, donde las probabilidades de acertar son inferiores a que te toque la lotería, cada marca tiene su propio sistema de tallaje.

Pero últimamente se está produciendo un hecho que me acerca más al comercio electrónico y menos al tradicional, los precios más competitivos y la falta de competencia de las personas que nos atienden cuando vamos a comprar un nuevo producto.

Ayer me acerque a una tienda de electrónica y para mi sorpresa no había personas atendiendo a la clientela, no había productos expuestos, tan solo catálogos donde consultar los productos ofrecidos y ordenadores con los que comprarlos.

Una vez encontrado el código del producto deseado en el ordenador, se apunta en una tarjeta con un lápiz que la empresa pone a tu disposición.

Después hay que acercarse a otra máquina y con nuestra tarjeta de crédito pagar el producto.

Ahora sí, una vez pagado, ya nos podemos acercar al mostrador principal y una amable chica nos acercara el producto elegido. Todavía no hemos visto el producto, no hemos recibido ningún tipo de recomendación, pero ya está pagado y en nuestras manos.

Siempre estaremos a tiempo de cambiarlo, pero se echa de menos aquellos tiempos en que el vendedor te explicaba cómo funcionaba, te recomendaba las otras opciones que había en la tienda y sobre todo el trato humano que se recibía.

Vivida esta experiencia, creo que a partir de ahora analizare el producto en internet y lo comprare online buscando el mejor precio, al fin y al cabo plataformas como Amazon son capaces de enviarte el producto a casa en menos de 48 horas.

Eso sí, lo comprare todo menos la ropa, me sigue resultando imposible acertar con la talla sin antes probarla