Justo al salir del museo, la chica le dice al novio en tono de reproche:

• Bueno, Pánfilo, ¿hasta cuando me vas a seguir invitando siempre al mismo museo todos los domingos?

• Ay, Trinita, pero ¿cuál es el problema? ¿Qué tiene de malo llenarse uno de arte y de cultura?

• Más me gustaría llenarme la panza con una pizza o con una hamburguesa de una cuarta de altura.

• Es que ya me he quedado limpio. El bono de guerra se me volvió sal y agua. Eso no me alcanza.

• No. Yo ya me estoy cansando contigo. Llevamos 5 años de relación y de matrimonio nanai nanai. Lo tuyo es prometer villas y castillos y más nada.

• Tienes que darme un tiempito más como para que te cerciores de que eres el amor de mi vida, corazón.

• Qué va. Ya no creo en ninguna de tus palabras. Y para muestra un botón, jamás me has brindado ni siquiera de una bolsa de cotufas en el parque. Poco te ha faltado para decirme: “Acerquémonos más al quiosquero para que huelas mejor las cotufas”.

• Pero recuerda que de vez en cuando te he regalado comidas interesantes.

• No me hagas reír. Lo único que a veces me das son las bolsas de harina amarilla, el arroz triturado y las arvejas metálicas que vienen en las cajas Clap. Tiene razón mi tía Chucha, ella dice que tú eres más agarrado que vieja en moto.

• Ay, ya. Déjate de protestas y vámonos de una vez al rancho abandonado del conuco de mi abuelo.

• No, señor. Esta vez te vas a quedar con las puras ganas, porque dentro de un rato tengo que ayudarle a hacer las hallacas a mi tía.

• Interesante, Trinita. Cuando termines no dejes de guardarme un par. Yo me las comeré en el ranchito del conuco, contigo a mi lado.

• Para ese rancho no vuelvo más nunca. La última vez me picaron los bachacos y me dejaron como un perro dálmata. Lo mejor del caso es que le pongamos fin a esta mentira.

• Ah, ya sé lo que pasa. Se te está enfriando el amor por mí, y eso es porque hay una tercera persona entre tú y yo, y anoche alguien me dijo que te vieron salir del chaparral con un tipo en una moto.

• ¿A mí? ¿Con quién?

• Con el hijo del cura.

• Eso es totalmente falso. No fue con ese. Fue con Pancracio, el hijo del panadero. Al menos con un sujeto así uno no se muere de hambre.

_{Dibujo hecho por el autor}

_{Invitación: @zorajaime, @gemamedina, @norat23, @cruzamilcar63
10% para @venezolanos y 25% para @null}