Hace 30 años, la señora Teresa de Jesús Arias, en una madrugada del día 06 de noviembre del año 1991, comenzó con unos dolores de parto, eran unos dolores fuertes, tanto que gritaba y al mismo tiempo lloraba, su esposo Amado Antonio Meléndez la sacó en su camioneta al hospital, debían tomar carretera, y esto demoraba unos 20 minutos para la llegada al hospital, ella desesperada presionaba aún más fuerte la chancleta por encima del pie de su marido, pues quería llegar rápido al hospital...

Entre tanto, el esposo sólo rogaba a Dios que todo saliera bien, pues su primera hija estaba por nacer... Llegaron al hospital, eran las 3:30 de la mañana, atendieron a la señora, colocaron su tratamiento correspondiente, el esposo caminaba por lo alrededores de la sala de espera del hospital, amaneció, se hicieron las 8 de la mañana, esta mujer hizo su mayor y más grande esfuerzo, el acto de amor más grande y hermoso que puede realizar una mujer...

Pujó una y otra vez, hasta que a las 8:15 am nació una bella y hermosa princesa bendecida por Dios, avisaron a papá, y éste saltaba de alegría, minutos después, pudo entrar a ver a su hija y a su mujer, en lo que el papá observó la bella niña, dijo: "Es tan bella como una Flor, así que la llamaremos Flor... " La mamá estuvo de acuerdo y así la llamaron...

Hoy día estos padres, gozan de una gran mujer a su lado, de su bella Flor, pues esta historia sucedió hace 30 años y orgullosamente la cuentan en cada cumpleaños.

Mi día comenzó bien temprano, amanecí siendo consentida por mi esposo y mi niño, me desearon mi feliz cumpleaños, y yo estaba muy contenta por otro año mas de vida, que pido a Dios que sean muchos más para disfrutar de mi hijo y mi familia.

Me levanté a realizar mi aseo personal, luego me felicitaron mis familiares... Mi mamá también me acompañó en mi día especial, asi que me regaló un fuerte abrazo y un rico beso, me recalcó lo mucho que ama y para mi eso fue suficiente.

Se llegó la tarde, almorzamos un delicioso carite frito con ensalada y arepa y luego nos acostamos a reposar un rato... Recibí muchos mensajes y llamadas de familiares y amigos deseandome feliz cumpleaños.

Pensé que no habría torta, sin embargo escuché hablar por teléfono a mi esposo, (Ojo no andaba de cuaima, escuché sin querer jajaj... ) donde estaba diciendo que en unos minutos salía a buscar la torta... Él quería que fuera sorpresa, pero bueno lo descubrí jeje...

Me emocioné como niña chiquita y me fui a bañar y a arreglar, me maquillé y busqué en mi closet mi ropa y mis zapatos. Al estar lista, comencé a tomarme fotos para el recuerdo de mis 30.

Compartimos en familia, e invité a mis vecinas... Los niños jugaban y se divertían en el frente y yo aproveché de tomarme muchas muchas fotos. La fotógrafa fue una prima.