CONCURSO DE ESCRITURA Y PINTURA !! / WRITING AND PAINTING CONTEST !! / #WORLDOFXPILAR🎨✍️💫 || Sobre Colmillogris

in WORLD OF XPILAR2 years ago (edited)
Colmillogris era un señor tranquilo, dedicado a lo suyo en su taller de barcos de madera. Mas cada tanto sus nietos se metían allí, hacían desastre y le reclamaban:


—Abuelo, pa’ cuándo tu historia de náufrago? No nos digas que pa’ mañana otra vez.

Colmillogris vacilaba en hablarles, pero de inmediato volvía a lo suyo.

Sin duda, era respetado por su nietos, pero la niñez puede ser una cosa muy terca. Como si fueran un pequeña revuelta, se treparon esta vez encima de su abuelo y con cosquillas le vencieron.

—Bueno, bueno—dijo Colmillogris secándose aún las lágrimas—sobre mi naufragio: hay una buena noticia y otra mala.

—¿Qué dices? preguntó uno.

—Ay, abuelito, no me asustes, dijo otra.

—¡Anda, desamárrate la lengua ya! Sentenció el más pequeño con voz de ardilla.

Entonces, entre risas, Colmillogris aclaró:

—Sabrán mi historia, pero puede que lloren, niños.



Como se imaginaran, mi vida ha estado siempre ligada al mar. Cuando niño, era pescador. Ahora de anciano, hago barcos de madera.

Pero ninguno de estos ha sido tan difícil como mi vida de marino cuando joven.

Yo viajaba por los mares del sur para ganarme la vida y quizás darme uno que otro lujo.

En mis tantos viajes, encontraba un montón de mercancía valiosa que me ocupaba de vender junto a los otros marinos. Hermosas perlas, pepitas de oro y hasta ropas de reyes lográbamos negociar.

Sin embargo, nada que haya encontrado en las más remotas aguas, me dejó más asombrado que lo que un día me encontró a mí.

En un puerto de una isla de Oceanía, apareció una mujer pelirroja, de encantadora sonrisa que, no sin un balbuceo nervioso, me preguntó:

—¿Cuánto me darías por estas esmeraldas?

Recuerdo todavía esa pregunta, niños, porque fue la que me hizo darme cuenta que ni las piedras más preciosas podían comparársele a ella, a Fátima.

No sé si como galante o como lobo de mar, me las ingenié para que zarpara con nosotros aquella vez.

Desde ahí nuestro romance incrementó como las estrellas en el cielo. A veces mis compañeros me reclamaban que no hacía bien mi trabajo. Pero, ¿a mí qué me importaba, si el trabajo de enamorarla lo hacía a la perfección?

De tanto andar de allá para acá, al año nació nuestro hijo, Manolín. Con gusto por el pescado, una mirada azul y una sonrisa como la de Fátima, era propiamente un hijo del mar.

Por alguna razón, Dios no quiso que siguiera mi vida tan buena, muchachos. Les digo que no.

Una tormenta. Una tormenta tan grande como el mar mismo, hizo trizas al Intrépido cerca de unas islas en el Caribe.

Toda la tripulación luchó por su vida, a excepción de mí, que luchaba por tres. Que era yo marino y no Dios, y entonces me decidía por Fátima o Manolín.

Juro que mi corazón se deshizo como una ola contra un risco cuando me di cuenta de esto.

Llorando, quería agarrar a ambos, pero el mar se empeñaba en alejarlos cada vez más.

En mi último intento de acercarme a Fátima, a mi amada «Ariel», ella hizo un gesto extraño. No le entendía. Sólo cuando ella pegó un grito con su último aliento «a él, a él», vine a entender que ella ya se había rendido.

Milagro o suerte, nadé y pude encontrar a Manolín sobre un gran pedazo de madera de lo que era el Intrépido.

Varias horas después sé que desperté en una playa junto a Manolín. Hacia un calor intenso y cerca de nuestros cuerpos había trozos de madera cubiertos de limo y cangrejos. La arena era casi tan blanca como las gaviotas que sobrevolaban el lugar y yo sentía una fosa en el pecho.

image.png
enlace

Como pude, encontré alimento para Manolín y para mí durante algunos días. Cada vez que lo veía a él, pelirrojo como Fátima, la recordaba y lloraba. Y cada vez que él me veía llorando, en tierno gesto, me las secaba.

Quizás fue a la semana cuando un refinado bergantín andaba por la zona, y vio la estela de humo que había provocado para que nos ubicaran en algún momento.



Ahora ya saben por qué Manolín es diferente a todos los demás en la familia y por qué ya no navego. Aunque algún día espero zarpar y reencontrarme con mi Ariel en el mar blanco de arriba.

Al final, entre sollozos y abrazos, los diez nietos de Colmillogris calmaron a su emocionado abuelo, antes de pedirle permiso para ayudarlo con sus barcos de madera. Los mejores hechos en el mundo.

3W72119s5BjVs3Hye1oHX44R9EcpQD5C9xXzj68nJaq3Ce5mMknrWnsm26CC8aoLAUiENuKe8LXy2z5XwLPQyWR4YR1AX3LQYUqPSa4KaSzuuB2VkzU493.gif

¡Gracias por leer!

Invito a: @johndix y @rahim.art72

Sort:  
 2 years ago 

Muy conmovedora y triste historia, que lamentable que no pudo salvar también a su esposa. Sin embargo, pudo darle la oportunidad a su pequeño hijo que tanto tenía para vivir.

Muy bello relato!! Te deseo muchos éxitos en el concurso.

Si, a veces resulta que no podemos tener o preservar todo lo que deseamos. Es parte de la vida, creo.

Gracias por tu lectura y palabras :)

Hola querido amigo, que bueno verte por aquí, como siempre con una excelente entrada, una historia con muchas buenas imágenes. Un final interesante. Saludos y gracias por participar!

Hola, querida amiga!! Muchas gracias a ti por la nueva oportunidad y apoyo. Saludos :D

Saludos amigo. Tienes buena imaginación. Es una historia llena de recuerdos y triste. Pero con su emocionante final feliz.

Hola, amiga! Agredecido por tu visita. Saludos.

Your post is manually rewarded by the
World of Xpilar Community Curation Trail

STEEM AUTO OPERATED AND MAINTAINED BY XPILAR TEAM
https://steemit.com/~witnesses vote xpilar.witness

Thanks!!!

Coin Marketplace

STEEM 0.30
TRX 0.12
JST 0.032
BTC 57592.54
ETH 2911.85
USDT 1.00
SBD 3.67