Gente de China - Lo que mis ojos miran... por Guido Rosas
Ahora sí que me sentí un Oso Panda.
Cuando niño pensaba que si escarbaba en mi jardín muy, muy profundo, llegaría a China. Curioso que no pensaba en tomar un avión, me gustaba la idea infantil de que haría un pozo tan profundo que terminaría en el otro lado del mundo, lo pensé muchas veces sin haber iniciado una sola vez el intento de lograrlo. Ya en mi vida adulta se me dio la oportunidad de ir de viaje a Asia y de conocer China; me sentí realmente entusiasmado ante la idea de ir a un país que parecía tan lejano a la cultura de México. Descubrí un país extraordinario. China es mucho más de lo que cualquier guía de turistas te pueda contar. Pero, como siempre digo, hay que ir con la mente abierta para no comparar con tu historia, con tu cultura personal, abrirte a lo nuevo, a descubrir nuevas opciones y gozarlas. Hoy sólo quiero hacer mención de su gente, descubrí que viven a otro ritmo, es tal la cantidad de personas en las grandes ciudades, que meterse entre dos personas para pasar sin decir, perdón o con permiso puede ser algo común, tienen un lenguaje corporal distinto a los occidentales y en el momento de negociar precios lo mejor es un traductor de tu celular y mucho sentido del humor... pero... lo que más llamó mi atención es que parece ser que los occidentales estamos mucho más acostumbrados a mirar a los orientales en nuestras ciudades que ellos a nosotros. De pronto mi hermano y yo nos sentíamos observados como si fuéramos guacamayas en un zoológico. En ocasiones nos pedían tomarse fotos con algunos turistas del grupo como si fuéramos gente famosa y en otras ocasiones sin el menor recato, nos fotografiaban, se paraban frente a nosotros y clic, clic, clic... me pareció muy curioso verdaderamente y decidí hacer un poco lo mismo, observar su comportamiento, disfrutar mirando como ellos disfrutan observar. Hoy les comparto algunas imágenes de gente de China, mirando, observando, descubriendo...
Si yo ya estaba siendo observado desde antes, me importó muy poco y me acosté en el piso de cristal de la torre de televisión Oriental Pearl Tower sobre un paisaje fantástico de la ciudad de Beijing.
Este es mi personaje favorito ya que sin el mayor reparo se detuvo ante mi hermano y a mí, sacó su cámara y nos tomó varias fotos... luego siguió apresurado su camino y mi hermano y yo (los dos de más de 50 años) corrimos para ponernos enfrente y tomarle fotos como él lo había hecho para ver cómo reaccionaría, lo curioso es que todos terminamos muertos de risa en una reunión amable sin entender una sola palabra de lo que compartíamos.
En China, como en México y en muchos países del mundo se encuentra una diversidad enorme en el recorrido del país, personajes que parecen sacados de nuestros libros de cuentos, otros menos conservadores y un mundo de jóvenes que parecen comprender que el mundo cambia y se van adaptando a esta maravillosa nueva manera de comunicarnos y acortar las distancias entre todos los países del mundo. Cada día se abren nuevas puertas tecnológicas aunque pienso que seguir viajando, conociendo gente y hablarles cara a cara sigue siendo una experiencia fantástica.
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Un fuerte y cálido abrazo para todos.
Guido Rosas