El día lunes comenzamos la semana con buen pie. Todas las semanas los días lunes tenemos practica de canto con mis compañeros de la tercera edad. Pero fue un día diferente después de culminar las clases, tuvimos la grata sorpresa de recibir la visita de San Nicolás.

Lo vimos entrar con su morral full de regalos, les comento me hizo sentir nuevamente una niña, el simple hecho de saber que los regalos eran para todos nosotros me hizo regresar al pasado y vivir los bellos momentos cuando desesperadamente quería tener el regalo en mis manos y abrirlos para saber que sorpresa tenía dentro.

En realidad, quien se disfrazó para darnos la sorpresa fue una compañera de 80 años de edad, una persona muy alegre, con espíritu jovial, la señora Bertha Jiménez, muy querida por nosotros, quien práctica canto y lo hace muy bien, tiene varios poemas que recita y cada vez que hay una presentación y tiene la oportunidad de lucirse con sus bellos y largos poemas, no pierde la oportunidad para recitarlos. La admiro mucho porque a esa edad, se acuerda la letra de todos los poemas y nunca se le olvida una palabra.

No sé de donde mi amiga sacó ese saco de regalos, los cierto que eran regalos de verdad, como pañitos navideños para la cocina, koalas, camisas, pantalones, medias, zarcillos y cadenas de fantasías, pero muy lindas. Mi regalo fue una docena de medias de varios colores, me hacían falta porque las que tenía ya estaban bastante deterioradas y cuando me tocaba salir hacer deporte muchas veces me colocaba una de otro color en el otro pie, porque la compañera ya estaba rota y me tocaba sacarlas de mi stock, mis nuevas medias llegaron como anillo al dedo jejejeje.