La idea es romper hielo de la mejor manera, y seguirle hablando bastante de la cultura venezolana. También incluiría un poco la política a pesar de todo. Mi objetivo es que se lleve una muy buena imagen de Venezuela, pero también quiero que se de cuenta de la realidad, aunque de seguro en el camino a los distintos lugares a los que estoy llevando a mi invitado, él mismo se dará cuenta de las condiciones de las calles, la cantidad de personas sin hogar o sin comida, los grafitis en toda la ciudad y verá que en la mayoría de los lugares nadie nombra al presidente de Venezuela o si lo mencionan, no dicen cosas muy positivas de él.

Una vez que pasemos un largo rato en la plaza de Altamira, llevaría a mi invitado a mi casa a almorzar, podría llevarlo a cualquier restaurante de caliad en la ciudad, pero quiero que mi invitado sienta la emoción que sentimos los venezolanos al preparar la comida en familia, que vea lo unidos que somos la mayoría de las familias venezolanas y vea el toque de sazón único que tenemos al mayoría de los venezolanos en la comida.