RETO FOTOGRÁFICO | Días 19, 20 y 21 | Una caída de Troya en gran angular

Día 19: Un Saldo insuficiente

Bueno, esta frase hay que explicarla para quien no vive en Venezuela ya que aquí tiene un significado y origen muy concreto: No tener plata. Claro, ese es el sentido casi más coloquial y conocido que le hemos dado a la frase, pero cómo todas las frases de este concurso, creo que lo que la fotografía busca es ese estudio analítico, casi psicológico sobre lo que pueda evocar la frase.

Es difícil que cualquier Venezolano lea esta frase y no se sienta identificado, por lo que quise representar una metáfora de también un coloquio Venezolano, que es estar "ahogado", también sin dinero. Pero claro, manteniendo un tono más profundo y quizás un poco oscuro de toda la situación.

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Varios elementos juegan para construir a ese ahogado, desde el gesto de la mano, el rostro cubierto, la raya que atraviesa toda la imagen y que aísla un poco al espectador del objeto en la fotografía, haciendo la foto una exploración mucho más personal e íntima con referencia a cómo se siente aquél que recibe el mensaje de "Saldo insuficiente". (Quizás un poco dramático, pero también uno debe permitirse esos dramas).

Día 20: Una caída de Troya

El principal referente que se tiene de la famosa historia de la caída de Troya es, precisamente, el famoso caballo de Troya, el caballo de manera que construyeron los Romanos cómo supuesta ofrenda al pueblo griego y que dentro de él se ocultaban soldados que en el momento indícado salieron a atacar y a derrotar a los Troyanos, haciéndose la historia épica por excelencia.

Entonces está cómo difícil llevarlo a una sencilla fotografía, que debe ser autorretrato, que sea un autorretrato enmarcado en la cotidianidad del hogar. Peluo, cómo diríamos aquí ya que empezamos el post con expresiones venezolanas; o sea, difícil pero nunca imposible.

Fue uno de esos días en donde tuve que dar muchas vueltas y observar detalladamente el espacio hasta conseguir algo que pudiese significar para mí una caída de Troya que es a fin de cuentas, un engaño o una traición que se esconde detrás de una buena intención. Me conseguí con esta ventana llena de muchos objetos sobretodo de artesanía, un pájaro falso, un indio, varios objetos tradicionales de Venezuela, que estaban puestos tratando de imitar una escena, casi dispuestos a ser contemplados. Una puesta de escena, pues, cómo el caballo de Troya.

El concurso, o mejor dicho, la exigencia del concurso, me ha permitido ver las cosas, lo cotidiano, de una manera distinta y en busca de nuevos significantes. Incluirme en el cuadro, entre los objetos, es parte de la ilusión, del juego entre lo real y lo ficticio para conseguir la hazaña de la traición, ese paquete de falsa seguridad.

En esta fotografía creo que puedo decir realmente que usé ese angular con toda la intención, no sólo para abarcar todo el ventanal sino porque termina de cerrar la idea entre realidad y ficción, ya que deforma las líneas del espacio y, para mí, emula mucho mejor el interior de ese caballo de Troya.

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Día 21: Un altoparlante Introvertido

Al igual que el día anterior, tuve que explorar mucho mi casa adoptiva en Caracas para conseguir este altoparlante, aunque pronto me daría cuenta que estaba rodeada de altoparlantes introvertidos: Las estatuas religiosas.

A lo largo de los dos años, casi tres, que tengo viviendo en esta Residencia Católica, la imagen religiosa es prácticamente parte de mi cotidianidad, el rodearnos de la fe de las Religiosas con las que convivimos, mínimo nos hace entender la creencia cómo algo mucho más real y además liberador para las personas que dedican su vida a ello. Por lo que, aunque no me considero una persona religiosa, me he sentido mucho más sensible ante la felicidad que esta entrega otorga.

Una felicidad que es otorgada desde el silencio, prácticamente. Y que sin embargo abarca tanto para aquellos que la reciben con los brazos y el corazón abierto. La contemplación y el silencio, donde encontrar los sentires más profundos y honestos de nuestros ser, sea por el medio que sea.

Así cómo en la foto anterior, usé un angular que deforma un poco las líneas del espacio, ampliándolo. Creo que aquí es mucho más obvia la razón del cambio de las líneas mucho más curvas y consiguiendo un punto de fuga con la Virgen al fondo del cuadro y es, pues, literalmente un altoparlante, cómo una corneta casi. Tomar en cuenta estos elementos, realmente pensándolos, me ha parecido una buena experiencia para concebir un discurso desde todos los aspectos.

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