Jenna

Veo los carros transitar bajo mis pies, son como hormigas, ni siquiera recuerdo cómo llegué aquí, sólo sé que si doy un salto será el fin de todo. De alguna manera sé que mi muerte afectará a mi madre y que los amigos que realmente nunca tuve saldrán a la luz diciendo por las redes sociales "lo mucho que me conocían y lo mucho que me querían"

Mi madre es fuerte, estoy segura que podrá vivir con ello, sin embargo yo no soy tan fuerte y no pedí la vida que tengo, nadie me pidió permiso ni me preguntaron antes de nacer si quería vivir, ahora que vivo puedo decidir ¿No? Sólo debo dar un paso.

Abro mis brazos y estoy lista para precipitarme al vacío.

– ¡Hey! ¡No lo hagas! – gritó la voz de una chica mientras sus brazos rodeaban mi cintura y caíamos hacia atrás.

Quedé en blanco, sólo podía mirar a esa chica completamente asustada, mirándome con tristeza y tratando de calmarme. No podía oír lo que me decía, sólo veía su boca moverse y finalmente presté atención a lo que decía.

– No sé qué ha pasado en tu vida para que no quieras vivir. Sé que no sabes quién soy pero soy tu vecina y sé que es raro pero siempre te estoy observando. Te vi salir y agarrar las escaleras y no el ascensor, te seguí, sentí lo que harías. Por favor no lo hagas – parecía realmente afectada — Si quieres puedo ser tu amiga, darte motivos para vivir, puedo darte fuerzas cuando sientas que no puedes más, eres muy joven. Sólo dame tu mano y vayamos a mi casa, te puedo hacer té o café si prefieres.

No dije nada pero definitivamente agarré su mano y me aferré a ella como una nueva oportunidad. Llegamos a su hogar y me trajo dos tazas, una con té y otra con café. Me pidió que escogiera y agarre el té, ya que empecé a odiar el café.

– Buena elección – me dijo con una tierna sonrisa.

Yo aún no podía hablar, me sentía avergonzada, como si ella me hubiera visto teniendo sexo con alguien. Se sentía igual, vio un lado de mí que nadie conoce y sin embargo, aquí está conmigo y evitó mi muerte. Me contó sobre ella, es un año menor que yo y al parecer lleva años viviendo en el mismo edificio y yendo al mismo colegio. Nunca la vi pero si trato de recordar los rostros de las personas del colegio o de mi clase, no recuerdo ninguno. Así que eso no importa.

Llegué a mi casa, al entrar el olor a café inundaba la casa, mi madre estaba en la cocina hablando por teléfono, me miró y siguió hablando como si no me hubiera visto, luego mi padrastro pasó a mi lado y se le acercó, ella apartó el teléfono de su oreja y le rodeó el cuello con sus brazos, le plantó un tierno beso en los labios y le dijo «te amo»

Yo solo me retiré a mi cuarto sin decir una palabra. Al entrar a mi habitación encendí un cigarrillo, fue agradable sentir el sabor a Marlboro en mi boca y el humo en mis pulmones. Sólo podía recrear la escena, en la que estaba a punto de saltar y Lou me rodeaba con sus brazos. Creo que es la primera vez que alguien se preocupa por mí y se sintió lindo –Unas vagas lágrimas se deslizaban por mi rostro– cierro mis ojos y sin darme cuenta, había caído en un profundo sueño.

Continuará.

La imagen es de pixabay y no está sujeta a derecho de autor. Quiero agradecer a @fendit y @belenguerra.