El hombrecillo de papel, de Fernando Alonso, en el aula. Bitácora de una experiencia. La Lechuza de Minerva, Revista de Humanidades. N° 3.

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El hombrecillo de papel, de Fernando Alonso, en el aula. Bitácora de una experiencia / @jezabel*

Como docente de español en una institución de lengua inglesa mi principal objetivo es enseñar a leer a los niños más pequeños. Para mí, enseñar a leer va más allá de descifrar palabras: enseñar a leer es enseñar a pensar y enseñar a amar la lectura como un medio que nos conecta los unos con los otros como seres humanos.

La transmisión de la literatura consistiría precisamente en conseguir que la lectura… se presente en el aula de clase de forma que los niños y jóvenes puedan recibirla como regalo. Como regalo que no puede rechazarse (Moreno Arteaga 2005).

Tomando de partida el modelo propuesto por Moreno Arteaga, cada año trabajo el libro El hombrecillo de papel, de Fernando Alonso, en el salón de clases. Es un libro muy divertido, que enseña valores además de dejar volar la imaginación de grandes y pequeños. Hoy día es posible encontrar este libro en formato digital e incluso una versión animada en internet. Este libro cuenta además con una guía de mediación literaria. He trabajado este libro de muchas maneras, con diferentes grupos, siempre con resultados maravillosos. Siempre planificando tres tipos de experiencias con el libro en el aula: la lectura, la creatividad y la escritura.

La primera experiencia: la lectura

Antes de comenzar con la lectura les muestro la portada del libro leyéndoles su título: El hombrecillo de papel y pienso en voz alta: “¿Cómo será un hombrecillo de papel? ¿Alguien conoce un hombrecillo de papel?” Hago una pausa; en este punto todos los niños están con sus manitos alzadas queriendo responder alguna de las preguntas y yo me encargo de escucharlos a todos. Entre las respuestas están: “No existen”, “Es imposible”. Siempre hay algún incrédulo en el grupo que dice: “Es un libro de mentira”. Ante estas respuestas les recuerdo que cuando leemos soñamos, imaginamos, creemos que todo es posible.

Y proseguimos la lectura en voz alta, todos en silencio con sus ojitos fijos en mí: “Era una mañana de primavera y una niña jugaba en su cuarto. Jugó con un tren, una pelota y un rompecabezas”. Me detengo a preguntar: “¿Qué juguetes tienen ustedes?” Y comienza la lista de todos los juguetes posibles. Aquí los reto a nombrar un juguete por niño y ¡no puede ser repetido! Empieza la lista que puede ser eterna, pero les recuerdo que estamos leyendo y queremos saber qué más pasa. Para este punto ya hemos logrado dos cosas muy importantes: los hemos enganchado en la lectura y todos han comenzado participar. ¡Muy importante!: ¡No hay respuestas malas! Todo con la primera línea del cuento.

Luego del escándalo de las participaciones, todos queriendo hablar a la vez para contar qué juguetes tienen, volvemos al silencio absoluto de la lectura. Los ojos otra vez en mí: “Pronto se aburría de todo”, leo con una voz de fastidio y vuelvo a cerrar el libro diciendo: “¡Yo también me aburro de tantos juguetes­!” y vuelve la euforia de contar que ellos también se aburren de todas esas cosas. Entonces ya hemos logrado que toda la clase haga una conexión personal con el libro.

Segunda experiencia: la creatividad

Al terminar de leer el libro conversamos, siempre respetando los turnos y las opiniones, sobre lo que nos gustó del libro. Con este libro en especial me gusta trabajar el poder de las palabras: hay palabras que hieren y causan mucho dolor, pero también hay palabras bellas que curan y hacen que todo sea más bonito. “¿Qué palabras bonitas conocen? Mamá, Mami, Papá, Papi, Te amo, Te quiero, Por favor, Gracias”, así como también otras palabras como: “Ayuda, Lo siento, Disculpa”. Ya los niños de 6 y 8 años sostienen que estas palabras además de ser bonitas son poderosas porque están enlazadas a eventos que terminaron con un final feliz. Y trabajar este libro nos permite conversar sobre esto con ellos. Nos recuerdan desde la inocencia que está bien equivocarnos y que también eso puede ser bello: nos hace humanos.

Póster con las palabras hermosas del kínder del año escolar 2017-2018
Para ejercitar la creatividad les doy a mis alumnos papel periódico para que ellos hagan su propio hombrecillo o mujercilla. Al terminar de recortar y decorar los pegamos en una lámina de papel bond y colocamos en una pared en nuestro salón de clases. Hace un par de años unas hermanas gemelas hicieron en su casa (por cuenta propia) hombrecillos y mujercillas de diferentes tipos de papel, el gusto por el libro traspasó mi aula.

Póster con los diferentes hombecillos y mujercillas de papel realizado por los alumnos del año escolar 2015-2016

Tercera experiencia: ¡A escribir!

Ya leído el cuento y la actividad conversatoria del tema es momento de escribir. Como les comenté, este cuento puede ser trabajado de muchísimas formas y con muchas actividades igual de divertidas. Me gustan especialmente dos actividades para este punto que dependerá del grupo con el que se trabaje. La primera actividad es realizar un caligrama donde los alumnos pueden escribir todas sus palabras bonitas, haciendo oraciones, describiendo momentos o simplemente escribiendo toda su lista de palabras hermosas. Eso sí, no se pueden repetir las palabras.

La segunda actividad es con niños un poco más grandes; les pregunto: “¿Qué otros tipos de hombrecillos pueden existir?” “De vidrio, de plástico, de cartón, de cera de vela, de ladrillos, etc.” “¿Y qué pasaría en la vida del hombrecillo de vidrio?” Y comienzan entonces a volar las ideas desde la imaginación de los alumnos. “El hombrecillo no podía jugar al fútbol porque se podía caer y romper, pero los niños querían incluirlo en su juego por lo que buscaron colchonetas y fueron muy amables con él”. Muchas ideas salen de este tipo de actividades, y todas valen la pena. Los niños tienen una gran imaginación y muy rápida, siempre voy anotando estas ideas en un cuaderno o en el pizarrón para luego pedirles a los alumnos que escriban una historia basada en esa idea. Ya no hay excusas del tipo “No sé qué escribir”.

Caligrama realizado por un alumno de 4to grado del año escolar 2015-2016

El estimular la imaginación con los libros hace que el ejercicio docente sea más sencillo. Los libros infantiles son una fuente inagotable de contenido, a partir de ellos podemos enseñar además de valores nuestro currículo. Los docentes debemos enseñar a los niños que debemos leer primero, después disfrutamos, para luego escribir, teniendo presente que luego nuestro texto será leído y queremos que sea también disfrutado. Los niños al escribir ejercitan su imaginación, usan los contenidos de clase y desarrollan un gusto por la literatura que durará toda la vida: Una vez lector ya no hay vuelta atrás.

Fuente de las imágenes: mi archivo personal


¡Gracias por leerme!

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@jezabel (Jezabel Lezama Bourgeois)*. Nacida en Barcelona, estado Anzoátegui, Venezuela, en 1987. Graduada en Idiomas Modernos, mención inglés. Estudiante de Educación Integral. Docente con 9 años de experiencia como profesora de Inglés como segunda lengua (ESL) en todos los niveles de enseñanza. Actualmente se desempeña como docente de Castellano y Literatura en un prestigioso colegio internacional. Amante de la lectura y la escritura, entre sus aficiones se encuentran: el dibujo, la pintura, el yoga, la meditación, el buceo y la danza tribal.
Sort:  

Lindo post, linda experiencia,@jezabel, muy bueno tu esfuerzo por acercar a los niños a la magia de la lectura, me alegro mucho y me reconforta, en estos tiempos de agobio infunde esperanza, gracias por compartir.

¡Muchas gracias por tu comentario @ramonochoag! Descubriste mi secreto: cuando me siento agobiada me interno en un libro, ¡y llevar de pasajeros a los niños es lo que me hace amar lo que hago!

La descripción de un acto mágico, @jezabel: la creación de una atmósfera colectiva, llena de diversas emociones que el niño resume y de la cual se apropia. La entrega de una llave a la felicidad. La lectura como refugio.
Bello trabajo.

¡Agradecida por tu comentario @gracielaacevedo! Al momento de realizar estas actividades no lo planifico como algo tan trascendental o mágico, sin embargo es exactamente como se siente mi aula: un pequeño portal a otro mundo, ¡un mundo soñado!

Gracias @jezabel por escribir toda esta experiencia en una publicación. Es muy hermoso verificar que sí hay un trabajo creativo y educativo en el aula. Es muy interesante corroborar, además, que muchos niños están ávidos de nuevos retos y que los docentes deben prestar más atención a estas necesidades, a veces silenciosas, de los niños. Saludos y un abrazo

¡Gracias a ti @marcybetancout por leer mi post! Creo que quedé corta en palabras para lo que esta experiencia significa para mi y mis alumnos.

¡Qué buena experiencia la que describes, @jezabel! Me gusta mucho la idea de interactuar con los niños en la medida que se va leyendo para hacerlos partícipes de la historia que se cuenta. Seguro que ellos han disfrutado bastante de esa actividad. Te felicito.

¡Muchas gracias @alidamaria! Es una actividad muy interesante el interactuar a medida que se va leyendo el libro. El único problema que me he encontrado es que llega un punto donde los niños me dicen impacientes: "¡sigue leyendo! queremos saber que va a pasar". Sin lugar a dudas de las experiencias mas gratificantes que he experimientado en mi carrera docente.

Amé este articulo! Haces un trabajo hermoso, @jezabel, gracias por compartirlo con nosotros!
Un niño que lee, que alimenta su imaginación y su mente, será un adulto creativo y esto cambiará su forma de ver y enfrentar el mundo.
Gracias! Porque personas como tu, que enseñan desde la vocación llegando más allá de lo que establecen los programas escolares, hacen del mundo un lugar mejor. Un abrazo!

¡Muchas gracias por tus lindas palabras @isauris! Un placer que lo hayas disfrutado.

Los niños no nos escuchan, nos imitan. Creo que soy afortunada de estar en un aula y poder encender la chispita lectora en mis alumnos.

¡Un abrazo!

Excelente trabajo el que haces, @jezabel. Me imagino cada una de esas actividades y puedo visualizar el entusiasmo, la participación y muy especialmente, el aprendizaje que pueden obtener de ellas. Y lo mejor: al niño le queda la idea que la lectura es una experiencia mágica, lúdica y gratificante

Así es @nancybriti, el aprendizaje desde la experiencia literaria es invaluable: los niños se divierten y ni se dan cuenta que están aprendiendo jeje, ¡y yo no me doy cuenta que estoy trabajando!

¡Gracias por leerme!

Hermoso trabajo, en él se evidencia el compromiso y el amor que le imprimes a tu actividad de aula. Un buen lector sabe motivar a futuros lectores. Aquí se evidencia esa empatía que sobrepasa el aula de clase. Gracias por compartir tan motivante experiencia.

¡Gracias a ti por todo tu trabajo con la revista @solperez! Me siento muy halagada de haber sido invitada a colaborar en tan hermoso proyecto.

La mejor forma de enseñar a leer es con el ejemplo, aprendí a amar la lectura viendo a mi mamá leer. Intento humildemente encender esa llama en cada uno de mis alumnos.

Una creativa, motivadora y afectuosa experiencia, @jezqbel; realizas una bella labor educativa en pro de la literatura, la creación y los niños. Gracias por compartirla a través de tu post tan atractivo e ilustrativo. ¡Felicitaciones! Saludos.

¡Mucha gracias por tu lectura y tus lindas palabras @josemalavem! ¡Un abrazo!

Fantástico! Has descrito con mucha fidelidad el ambiente de "caos sabroso" que genera el enganche de los chamos con la lectura.
En ese rango de edad, yo también promuevo ese método de lectura pausada, interrumpida, que le permita a los chamos meterse en el texto.
Me encanta esta frase:

Una vez lector ya no hay vuelta atrás.

Esa debe ser la meta, y debe lograrse cuanto más temprano mejor. Tengo un hermano que se confieza haber desperdiciado 18 años de su vida en la vida militar donde los obligaron practicamente a renunciar a la lectura literaria.
Pero ya el daño estaba hecho :)
Ya él era lector antes de entrar a la vida militar y, una vez autoliberado (se fue de baja como buen libre-pensador para quien lo militar había sido una medida de urgencia económica), ha dado rienda suelta a su hambre lectora. Ahora, a los 50 y dele, es uno de los lectores más voraces que conozco.
Ese es el efecto de la literatura en los seres humanos. Nos marca de una manera muy especial.
Que placer tan grande haber leido sobre tu experiencia.
Un abrazo

¡Definitivamente un caos saboroso! Hoy estabamos trabajando algo de escritura en el salón y los niños que iban termiando me pregutaban si podian ir a leer. Por un momento sentí en el salón un caos (exagero, pero me refiero a 18 niños hablando mientras terminaban la actividad en un salón de 25 metros cuadrados) y me di vuelta al lugar donde creí que venia el desorden: la pequeña biblioteca. Mi sorpresa fue encontrarme con estos chiquitos, los más tranquilos en el salón en ese momento:

¡Gracias por tu comentario @hlezama!

Que belleza! Esa foto vale oro!
Y todavía hay gente que dice que los muchachos de ahora son diferentes, que los libros los aburren, como decían los viejos en mi pueblo, que el pato y la guacharaca! :)

¡De acuerdo contigo! Muy valiosa la foto, en el momento se me olvidó todo lo demás y disfruté el momento. Uno de ellos fue el afortunado que se llevó el libro a casa. Los libros no aburren, todo es cuestión de crear una cultura de amor y respeto, y diversión claro.

Es una maravillosa actividad la que describes en tu artículo, @jezabel , se nota que, además de los niños, tú también la disfrutas. Es una experiencia increíble trabajar con tanto amor en el aula de clase. Te felicito.

¡Gracias @leilanyarevalo! ¡Creo que lo disfruto yo más que los niños! Un abrazo