Cuentos de Don José: "EL CHIVO DE LA CENTELLA" (primera parte)
He decidido realizar un tributo al abuelo José Febres, quien es un escritor venezolano muy cercana a mi persona que hoy a sus 92 años de edad nos relata los hechos más relevantes que han marcado su vida. Al comentarle sobre esta iniciativa mía estuvo muy contento de que además de sus familiares y amigos muchas otras personas pudieran saber de el y sus aventuras.
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En la década de los "30", a causa de una epidemia de parálisis infantil, el Ministro de Educación suspendió las clases, en todo el país. Mi padre para aislarnos nos llevo a un ranchito, de una quesera abandonada, al final del Banco de Macuare, llamado La Centella.
En compañía de mi hermano Luis y de un primo, todos en los 10 y doce años, nos lanzamos con nuestras chinas o gomeras a explorar los alrededores. Nos encontramos con una manada de chivos semi salvajes, el padrote, un verraco de gran tamaño y bravo como el solo, nos enfrento y levantándose de manos, nos envistió, corrimos a nuestra casa a contar lo sucedido.
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En la noche, mi padre nos relataba, que los llaneros en Apure, uno con una vara de horqueta y otro con una lanza, cazaban los tigres. Cuando la fiera brincaba, el de la horqueta lo detenía por el cuello mientras el otro lo lanceaba.
Pensamos aplicar la técnica con el chivo. Yo como el mas grandecito, llevaría la vara con la horqueta, cuando el chivo se parara en dos patas, le metería la pértiga por el pescuezo y mis compañeros, uno de cada lado, lo agarrarían por los cachos, yo soltaría la vara y lo tomaría de frente, entre los tres lo tumbaríamos y le daríamos una paliza. Lo creíamos muy fácil.
Salimos preparados y lo encontramos en un claro de bachaquero, a la orilla de un barranco. Nos acercamos, yo con mucho miedo si pelaba el lance me vería en problemas. El padrote nos enfrento y se paro en dos patas, lo enganche con la horqueta y comenzó a caerse de lado, mis compañeros, con valentía, lo agarraron por los cachos, yo solté la horqueta y lo agarre de frente. El verraco tenía mucha fuerza, comenzó una lucha titánica, casi lo tumbábamos y se levantaba de nuevo. En la lucha se alborotaron los bachaqueros y comenzaron a picarnos en las piernas, usábamos pantalones cortos.
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Comenzamos a llorar, mis compañeros gritaban que iban a soltar, yo les rogaba que aguantaran, pero no pudieron y ambos dieron un brinco atrás. El chivo me ataco de frente, no lo solté, casi me levanto y como no veía porque yo le tapaba, enfilo hacia el barranco, caímos los dos, lo solté y rodando un trecho por la ladera, me detuve todo raspado y magullado, el chivo estaba más abajo, el declive no era tan pronunciado.
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Mis compañeros se asomaron arriba y comenzaron a gritarme que el chivo venia hacia mi. Una mata de manteco me salvo, el verraco paso por debajo y arremetió contra Luis y el primo, desaparecieron de mi vista rumbo a la casa.
Con mucho cuidado me dirigí a la vivienda, en el camino me encontré con mi madre, el servicio y mis compañeros, que venían armados de palos, iban a mi rescate.
Fue dolorosa la cura con yodo en los raspones, me hizo gritar durante un rato.
HABÍAMOS PERDIDO LA BATALLA PERO NO LA GUERRA...(sigue)
Fuente: José Febres
Los invito a seguirme para que sigan leyendo la continuación y más de los relatos de esta maravillosa persona. Además, no olviden dejar sus comentarios.
Me encantan las historias contadas por un llanero. Hay unos errores de ritmo en el texto -a mi parecer- pero no es difícil sumergirse en estas historias. Muchas gracias, estaba revisando los post nuevos buscando algo que me llamara la atención, este sin duda alguna me sacó una sonrisa.
saludos
Que bueno que fuera de tu agrado, sin dudas algunas este hombre sabe contar historias. Que te lo digo yo que mas que leerlas he tenido la dicha de escucharlas en persona. Dentro de poco estare subiendo la continuación de esta narrativa.
Me pareció muy interesante tu historia, es lindo recordar nuestras vivencia, gracias por compartirla con nosotros.
Gracias a ti por tomarte el tiempo de leerla. No dejes de leer la segunda parte cuando la publique. Saludos.