También, es probable que otros digan que el futuro no podemos dejarlo de lado, y destaquen la necesidad de planificar y trabajar arduamente en el presente para asegurarnos un futuro mejor. Sin embargo, la respuesta puede que no sea tan simple como decir un enfoque o el otro, sino más bien encontrar un equilibrio entre ambos.

Pienso que vivir en el presente tiene sus beneficios. Nos permite disfrutar de las cosas más pequeñas de la vida, también nos permite estar más conectados con nuestras emociones y experiencias, y nos reduce el estrés y la ansiedad que con frecuencia vienen de preocuparse demasiado por el futuro (gran problema este). Cuando nos centramos en el presente, estamos más presentes en nuestras relaciones, somos más conscientes de nuestras decisiones en el día a día, al menos para mi lo es así.

Pero pienso también que planificar para el futuro es igualmente importante. El futuro es incierto, es algo que todos sabemos, pero prepararse para él nos brinda más seguridad y estabilidad. Si establecemos metas y trabajamos hacia ellas, podemos crear un mejor camino. Ahora, cuando hablo de planificar para el futuro también me refiero a cuidar nuestra salud y bienestar a largo plazo.

_{De mi autoría / Captada con mi cámara Canon EOS M6 Mark II}

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