Platón y el Totalitarismo
Platón, “El Divino Filósofo”
De manera particular, en el mundo de la intelectualidad y la filosofía mundial se le suele llamar a Platón, por alguna razón, “El Divino Filósofo”. Sus contribuciones al mundo de la filosofía, además de los súper conocidos Diálogos de Platón, tienen que ver con su famosa teoría de los dos mundos. Uno, el mundo terrenal, físico, tangible, que tenía la nota característica de ser ilusorio, inexistente.
Así, para Platón el mundo donde habitamos no es más que una apariencia. El otro, un mundo perfecto, inmutable, estático, un mundo formado por lo realmente verdadero y existente, es el mundo de las ideas o de las formas. Ese segundo mundo, el de la perfección, donde residen las ideas, o formas, de las cuales el mundo físico toma origen, pero no deja ser sólo una copia de la forma o idea da la cual participa sólo como una aproximación, Platón lo llamó el Topos Uranos
Eran las ideas, para Platón, el verdadero sentido de la perfección y de la verdad. Contrariamente, para Platón, el mundo físico, tangible, el que apreciamos y del que tomamos cuenta a través de nuestros sentidos, no es más que un mundo de apariencias, imperfecto, una aproximación, una copia roída, del Topos Uranos, es decir, del mundo donde habita lo verdaderamente existente, las ideas.
Adicionalmente a la filosofía, Platón realizó notables aportes al mundo de las matemáticas, y particularmente al de la geometría, tanta era su gusto por las ciencias de las medidas y las figuras que fundó la célebre Academia de Platón en cuyo frontis se leía “Nadie entre aquí que no sea geómetra”. Siendo las matemáticas una ciencia formal, de formas, de entes ideales, se cree que Platón extrapoló aquella exactitud de las matemáticas para desarrollar su teoría de la ideas, o formas, planteada en comparación a la imperfección del mundo físico.
El Totalitarismo
Como lo deja ver su denominación el totalitarismo está relacionado a la idea de abarcarlo todo, ambición desmedida, poder y dominación, todo ello y mucho más. Una definición, o aproximación, más formal del totalitarismo sería la corriente ideológica que encarnada en una figura, partido, o movimiento, dirige un Estado o Nación, y desconoce cualquier forma de poder que no sea la propia. En ese sentido, el totalitarismo limita de manera violenta las libertades individuales y colectivas, no acepta divisiones en el poder, es decir, no comparte el poder del Estado, el cual es sólo competencia del Jefe Supremo, o Líder Totalitarista, imponiendo cualquier tipo restricciones que ponga en dudas, y amenace, la posición y la autoridad ostentada por el Líder, y su régimen, totalitario.
Son particularmente conocidos los regímenes stalinista y nazi, que encabezaron Stalin y Hitler, respectivamente, como los casos más emblemáticos del totalitarismo moderno que la humanidad reconoce y que además recuerda con signos de rabia y tristeza.
El Totalitarismo detrás de Platón
Platón compartió con Heráclito, otro gran filosofo de la Grecia Antigua, la idea de que El Cambio era lo que caracterizaba el mundo objetivo, el mundo de las cosas tangibles, mundo al que ya decíamos consideraba lleno de imperfecciones y, por tanto, mantenía que El Cambio no era sino sinónimo de decadencia, de degeneración.
Así para Platón, todas la cosas del mundo objetivo, distinto del mundo de la ideas, se hallan en un permanente fluir, que les conduce a un seguro proceso de degeneración, que sólo puede evitarse en la medida que tratásemos de imitar la tranquilidad, la inmovilidad que reina en el Topos Uranos donde la perfección reinante hace improbable e innecesario el cambio.
Esta posición respecto a la imperfección que el cambio introduce a la cosas materiales, era igualmente planteada por Platón para la relaciones sociales, donde propugnaba una especie de Estado Perfecto que no cambia jamás, gobernado por una especie de Raza y de Líderes naturales que todo lo saben y lo manejan mejor que cualquiera, únicos capaces de gobernar y tomar las mejores decisiones en función de una sociedad sólo preparada para obedecer.
Para Platón que compartía con Heráclito no sólo su ideal del cambio y la decadencia asociada aquel, sino además un origen de sangre real , el Estado sólo podía estar bajo la dirección de los hombres sabios, casi Dioses, y para evitar la decadencia del Estado era necesario la supresión de cualquier cambio político, es decir, sólo un Super Hombre, de origen y nombre reconocido, y sus descendientes, estaría preparado para asumir con éxito las riendas de un Estado.
Así, en el ideario social de Platón el sujeto común no puede y no podría jamás valerse por si sólo, porque la naturaleza lo hizo incapaz del tal cometido. Existen muchas evidencias que pueden ser tomadas de los célebres Diálogos de Platón donde el llamado Divino Filósofo, da muestras de su condición o entusiasmo totalitarista.
Por ahora, cerramos el siguiente post con una pequeña referencia que esperamos permita fundamentar, de un modo más preciso, el totalitarismo platónico hasta acá expuesto.
"De todos los principios, el más importante es que nadie, ya sea hombre o mujer, debe carecer de un jefe. (…). Así, por ejemplo, deberá levantarse, moverse, lavarse, o comer…sólo si se le ha ordenado hacerlo"
Platón de Atenas.
Muy interesante @josmar2511 de Platón sólo había escuchado cosas buena. Sorpresas te da la vida jejej.
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