La Caída de los Reinos Capitulo VII

Ser parte de la familia Adelay era tanto un gran prestigio, como motivo de desprecio. Desde que se dominó los indicios de la Magia fundamentados en la esencia y el alma de los mortales, se discreparon y dividieron las ideas acerca de si era correcto usarla. Si alteraría el mundo en que vivimos; muchos nos dieron cacería buscando exterminarnos, otros solo buscaban formas fáciles de resolver los problemas de sus reinos.

Pero de los que siempre temió la familia, fue de aquellos que buscaban aprender del uso de la magia para fines oscuros. Así como se podía crear, mejorar, e infundir de magia algún objeto o inclusive el mismo usuario; también se podía llegar a destruir y despojar a otra persona de su alma.

La base de la magia empieza por uno mismo, por tu propia alma, y la energía de lo que te rodea, es por ello que nuestra familia tiene un margen de vida más corto; al usar magia se consume una pequeña fracción del alma, si se abusa de esta morirás. Pero en contraparte están aquellos que usan la magia con la esencia y el alma de otros.

Aunque aún no llegamos a esa parte de la historia.

Debido a la gran cantidad de personas que buscaban o asechaban, nuestra familia era nómada. Una vez llegaron a un lugar adecuado, usaron parte de su magia en ocultar la nueva ubicación de la pequeña aldea Adelay. Realmente existen 12 familias o ramas internas, adoptando como apellido Adelay. De forma que entre ellas se hacían los casamientos. Era muy arriesgado incluir individuos ajenos a la familia, pero mi padre fue una excepción que termino en una gran disolución de una de las fracciones de los Adelay.

Mi padre Celerus desde niño dominaba muy diestramente la magia, aunque era demasiado vago. La desperdiciaba en tonterías para hacer reír a sus amigos y en los quehaceres. Por lo que en más de una ocasión le prohibieron usarla. Lego que de un día se le encargara ir a por agua en la naciente cercana, procurando que no usara la magia en hacer que le brotara de la nariz. Conoció a mi madre quien también iba a por agua desde una aldea cercana.

Lo que normalmente haría un miembro de la familia Adelay es esperar a que los extraños se alejen y luego ir a por el agua. Pero a mi padre no le importaba. Sin pensar fue a ver quién era aquella muchacha que había llegado a buscar agua.

• Oye, ¿quieres ver algo gracioso? –Haciendo que le creciera la nariz.
• Jajaja ¿cómo lo haces?
• Digamos que es mi secreto –sabía que, si le decía a alguien de la aldea o cualquier cosa referente, la paliza que recibiría seria de grandes proporciones.
• ¿Vendrás mañana niño mago?
• Soy Celerus y algún día seré el mejor, eso creo –rascándose un poco la cabeza.
  Oye no te vayas, dime tu nombre
• Dalia – Entre risas, ya retirándose con su balde lleno.

Esa sería la única tarea que luego mi padre hico con gusto y sin reproche, algo bastante inusual en él. Por su parte mi madre, era huérfana, hacia los quehaceres de la familia que le había acogido de muy mala gana. Con el pasar de los años no tardaron en enamorarse, aunque a ojos de los Adelay era muy mal visto. Llegado el momento en que mi padre decidió casarse con ella, fue cuando las divisiones y roturas de una rama en particular de las familias Adelay salió a relucir.

La rama familiar de mi padre la acepto, aunque conocía muy bien que no debería relacionarse con extraño. El amor de mis padres era real, se le impusieron muchas normas y restricciones a mi madre, pero esto no le importo. Incluso la magia no me fue permitida aprender bajo ningún concepto, era un impuro a los ojos de los demás. Pero a pesar de ello con el tiempo fui aprendiendo por cuenta propia, cosa que alerto a las ramas familiares, pero muy particularmente la rama de los Adelay Tohuls.

Su odio hacia mí, les llevo a intentar asesinarme.

Recuerdo bien ese día. La habitación se oscureció, un escalofrió recorría mi cuerpo, y un hombre de gran túnica negra se abalanzo contra mí, de no ser por mi madre quien se interpuso aun sin saber nada de la magia habría muerto. Grite por ayuda, mi madre estaba herida, mi padre llego y enfurecido ataco al asesino, este no era otro que el jefe de la rama Tohuls. Estos se especializaban en la Magia que tenía que ver con la muerte.
Pude ver como él le destrozaba el alma a mi padre y la consumía, mientras sus gritos resonaban en la habitación. El gran ruido atrajo a el resto de la familia de mi padre quienes lograron detenerlo antes de que me asesinara. El juicio contra los Tohuls llevo a sus miembros a la expulsión de la aldea.

Mi madre murió a los pocos años, su herida nunca sano totalmente, aun con el dolor nunca dejaba de lado el brindarme una de sus cálidas sonrisas. Fue ella quien me ayudo a evitar que el odio y resentimiento por la muerte de mi padre me llevara a hacer cosas descabelladas.

Los Tohuls serían los que empezaron a abusar de la magia con la esencia del alma de otros, intentando demostrar que solo con ella podrían dominar la magia verdadera.

El resto de las ramas familiares decidió ignorar las acciones de los Tohuls, esperando que estos comprendieran que ese no era el camino. Pero estos no se saciaban de usar el alma de aldeas y pueblos enteros. Sus devastaciones eran cada vez mayores, hasta que desafortunadamente fueron a acudir a el poder de los demonios.

La Oscuridad se cerniría por todos los reinos de la mano de los Tohuls, ellos fueron los responsables de abrir el plano del reino de los demonios al nuestro. Llevando la inevitable guerra a cada rincón. Abriendo portales en varias zonas de los reinos. Y siendo consumidos ellos mismos por la oscuridad.

Solo entonces fue cuando las ramas decidieron actuar unánimemente en contra de la oscuridad y los Tohuls.
Por mi parte al no pertenecer en cierto modo a ninguna de las ramas, una vez adquirí por cuenta propia conocimientos suficientes de magia, me aventuré a buscar la forma de detenerlos y restaurar la paz que tanto amaba mi madre.

Recorrí muchos reinos, en los que solo había devastación y muerte. Personas con hambre, niños sin hogar, hombre heridos. Me detenía en ayudar en cada paso de mi camino, no podía dejarles a un lado. Como diría mi madre:

“Ayuda a otros con bondad y llenaras tu alma con algo más que magia”

Obra de mi Autoría.
Imágenes de:
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Agradecimientos a mi amigo @danvel quien me ayudo a corregir la visualización del link del capitulo anterior.

Pronto estaré publicando el siguiente capitulo, espero sea de su agrado y lo disfruten, recuerda que puedes apoyarme con tu Upvote, Reesteam y no olvides comentar! se despide @Kalte