Sonreír ante las dificultades es algo que he aprendido de mis líderes, sin duda una sonrisa puede cambiar el panorama de una situación o mejor dicho tu visión ante cualquier circunstancia, todo va a depender de nosotros, el progreso o cambio del estado de algo dependerá de nuestra decisión, Dios nos ha dado libre albedrío.

Creo que justificarse en el pecado hace aún mayor la falta, porque Dios busca hijos que verdaderamente reflejen el amor y la justicia en su caminar. Sabemos que somos imperfectos pero eso no es motivo para dejarse llevar por las corrientes del mundo, sino más bien deberíamos recordar esto para procurar llegar a la perfección donde nos encontraremos con el Creador.

Reconocer el pecado es el primer paso, el segundo es dar frutos de verdad, dar lo mejor por un crecimiento; estoy seguro que Dios obrara cuando vea tu intención genuina y tu disposición por servir bajo su luz.