Carta a mi hija en Navidad.

Querida hija,

Es muy complicado a tus 3 años iniciar una carta para ti sin saber cuándo la leerás.
Buscar las palabras precisas, las que te calen, las que te llenen sin herirte. Quizá hace unos años esperaba estas fechas de una manera distinta para ti. Soñaba llenarte de obsequios que a su vez se volverían sonrisas de vuelta para mí. Y ahora mismo, sé que no es posible.
No es posible porque nos han robado un poco las ilusiones, aunque no me parezca justo culpar a la situación-país de lo que nos sucede, aunque nos neguemos un poco, aunque sigamos en pie de lucha, es así.

Sin embargo, hoy por hoy, tu Noni y yo nos sentimos orgullosos de haber logrado brindarte este año cosas que tal vez los demás no ven pero para nosotros valen mucho. Y sabemos que para ti en el futuro también valdrán. Educarte, iniciarte en eso de descubrir el Universo de esas personitas de tu edad que junto a ti van aprendiendo de la vida, de los colores, las letras y los números. No sabes la felicidad que sentimos de haberlo hecho, de haber podido.

Entiendo que es duro, porque también para nosotros lo es, el ir de arriba a abajo, de cola en cola de transporte. Agotadas, más que cansadas. Escribirte es complicado, en estas circunstancias, me freno de golpe, hago pausas, me paro y camino un poco, me quedo sin letras. Antes fluir por ti en los folios era mucho más sencillo, cuando te inventaba un mundo mágico y de felicidad. Y aún así, aquí estoy y estaré siempre, creandótelo.

Y con la rudeza que nos toca cada día, sabemos que lo estamos haciendo bien, cuando entendemos que en medio de tanto daño, no eres una estadística de niños que realmente viven estas consecuencias, tú no, niña nuestra porque aún puedes cerrar los ojitos y soñar, porque como dicen por ahí, barriguita llena, corazón contento . Tú creces siendo feliz con lo que te damos, tus ojos brillan maravillándose con las estrellas que los miran en la noche, y las flores que te regalan su lindura.

Nos tocó entender que el Niño Jesús no lleva regalos a todas partes, o al menos no aquí, pero aunque no te podamos dar una navidad llena de regalos, de luces y arbolitos, intentamos darte los 365 días un amor infinito, sin límites que tú recompensas con tus abrazos y besos inesperados. Y seguiremos aún, con la firmeza de llenarte toda la vida de aprendizajes, del camino con la dirección correcta y del refugio que te darán siempre nuestros brazos, porque nosotros, que con esa sonrisa dulce llamas Familia lo seremos siempre para ti. Y saldremos siempre, cada mañana con las ganas de trabajar para seguirte brindando un futuro-país. Para que tengas sueños, metas, ilusiones y sobre todo realidades felices. Y brindarte todas esas cosas que antes eran tan cotidianas y ahora se nos volvieron inusuales, sí, llenarte de momentos, de alegrías inusuales.

Te amamos, linda. Eres nuestro mayor regalo.
23/12/2018

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