Es un amigo cuadrado, que del mar se ha enamorado, lo dibujó azul claro, con algunos peces deformados.
Así nace el mar deforme, donde los peces son sin colores, cada uno tiene una silueta divertida, eso sí, todos con escamas bonitas.
De pronto aparece un tiburón, es largo sin restricción, recorre el océano con su rostro de mal humor, hasta que un pez le entrega un corazón.
A los tiburones les gustan los regalos, más aún cuando están de cumpleaños, él emocionado se sintió, cuando una torta gris otro pez le dio.
El tiburon está feliz, los peces nadan por ahí, el ser que los dibujó canta una canción y la, la, este cuento terminó.
Copyright © 2020 Margarita Palomino
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