De Tijuana a... a ver a donde
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Lo he dividido porque he leído infinidad de post en Steemit sobre no hacer entradas muy largas (que son mi especialidad).
Bien. Dormimos hasta tarde navegando en la red, buscando lugares posibles en Ensenada y en San Diengo, encontramos infinidad de cosas, entre hoteles, un chingo de hostales y casitas simpáticas y lofts en Airbnb (incluido Campera, un hotel de burbujas, al que me quedé con ganas de ir, pero ya tenía todos los días de ese fin de semana ocupados), sin embargo, no nos decidimos por nada. No sabíamos si iríamos arriba o abajo en el mapa.
A la mañana siguiente no supe bien a que hora se fue Sami (lo recuerdo entre sueños así que pongámosle a ungodly hours), hasta que la chica que hace el servicio del cuarto abrió la puerta y gritó con dulzura ¡Buenos Días! Servicio a la habitación.
Como respondí Buenos Días en un susto y con un brinco, la chica cerró la puerta, anunciando que más tarde pasaba. Yo ya sentada en la cama, desubicada, despeinada y viéndome en el espejo que tenía enfrente. Era hora de ponerme en acción.
La verdad no tenía prisa, cheque unas cosas en internet, las redes, quejándome en la intimidad amargamente de la calidad del internet (que según yo tenía vendida la idea de que era excelente y resultó bastante regular tirándole a malo). Entonces me bañé y el día anterior había visto que justo cruzando la avenida, estaba un Starbucks. Supuse que su internet estaría mejor, y si no, por lo menos ya habría ido por un café con añadiduras varias.
Obvio no se podía cruzar así nada más la avenida como vaca en rancho. Hay una civilidad que observar para guardar la compostura, hay que ir o al cruce, o al puente peatonal, y como la noche anterior experimenté el cruce, me dirigí al puente, que por cierto estaba mucho más lejos que el cruce.
Gracias a eso pude ver que lo que tenía ante mi era una MACRO PLAZA. No solo el estacionamiento del Fridays el Coppel y el Starbucks, sino que aquel sitio contenía una cuantiosa variedad de tiendas. Obvio, me perdí, más cuando encontré LOB y dos blusitas divinas que me dijeron desde el aparador "hola, somos para ti" (y luego siguió en mi cabeza la canción de Kiss "I was made for loving you baby, you was made for loving me") y así se realizó el encuentro amoroso.
Por otro lado, Sami me mandaba mensajes de esperanza desde su seminario, junto con situaciones jocosas, creyendo que estaba aburrida en el cuarto de hotel. Justo cuando estaba por sentarme (al fin) en Starbucks después tontear grácilmente de punta a punta por la plaza (porque la cafetería está al otro extremo del que llegué), me mandó mensaje de que por fin habían terminado y que ya estaba en camino, que le habían dicho que en Ensenada había un beerfest.
Compré un cold brew con coco y tofi (o algo así) que sabía a "vas a engordar desabridamente y sin creerlo" y de ahí al Hotel a recoger las cosas y a comer. De ahí, a Ensenada.
Habíamos decidido comer en un lugar llamado Caesars (que está en el centro), porque anunciaba que eran los creadores de la famosa ensalada César. Con esas credenciales, tenía que probarla.
El restauran tiene un ambiente como entre veintes y cuarentas, durante la prohibición en Estados Unidos. Tienen una barra hermosa y antigua.
Nos sentaron junto a la ventana (esa que se ve en la foto). Al principio no me gustó mucho el lugar por estar junto a la puerta del otro salón. Sin embargo, resultó ser un excelente sitio; veía afuera, tenía buena luz, tenía la barra a un lado. Estaba entre dos ambientes, y como afuera estaba lluvioso, nublado y yo con una cervecita artesanal ¡pues mejor!
Por razones degustativas que nos atañen, pedimos la ensalada Caesars, que vienen con un carrito y la preparan frente a ti. Le preguntamos a nuestro mesero que cuantas veces hacían el numerito y nos contestó que como cien, cada uno. Entonces aprovechamos para que nos contara la historia (que también se la echaban como cien veces). Para no hacerles el cuento largo, es una ensalada de tiempos de guerra. La señora Santini preparaba con lo que tuviera a la mano algo que comer para sus hijos, pues la comida escaseaba. Uno de esos hijos, con los años fue piloto aviador y mas tarde, estando en Tijuana, trabajó en un restaurante (que no recuerdo el nombre), al que un día llegaron muchas personas y no había gran cosa que ofrecerles y quedar bien (supongo había la presión de que muchos eran gansters y así, recuerden, era la época de la prohibición), entonces él preparó la receta de su madre. De ahí que la conocieran como la ensalada del aviador, y después le cambiaron el nombre, y no, el chico no se llamaba Caesars, ese era el nombre del dueño del restaurant (que quiero suponer eran buenos amigos). Y toda esa historia (y la de porqué los burritos son pintados de zebra, que la dejamos para otra ocasión) fueron relatadas de forma muy amable por Roberto Ramirez (mesero buenísima onda del lugar
El caso es que ¡CÓMO ES POSIBLE QUE TRES PINCHES HOJAS DE LECHUGA SEPAN TAN BUENAS, POR DIOS! Perdón por el entusiasmo, pero ese lugar me ha arruinado los aderezos comerciales de por vida. Está exquisita, y toda la comida está al mismo nivel de sabor: buenísima. Si van a Tijuana tienen que sentarse en ese restaurant sí o sí. La atención es de diez y no quería salir de ahí. Es más, quería ver si me daban un tour por el hotel para ver si me quedaba ahí. Ya será en otra ocasión.
De ahí, directo y sin escalas, a Ensenada por la carretera escénica, y nos tocó el atardecer. Hay algo de místico y alienígena ver el sol caer en aquel mar indómito del Pacífico.
Llegamos a Ensenada de noche y vimos varias cervecerías coquetas, pero dimos una vuelta y nos topamos con el magno evento inflamado de gente llamado Beer Fest. Entonces la prioridad fue buscar un hotel cerca, dejar el carro e ir a pie. Pasamos por la avenida principal en el Centro de Ensenada, y ahí uno de porte sobrio y uno rosita muy coquetón. Preferimos el Cid y los cuartos con fachada de madera rosas con balcón me quedaron justo enfrente, así que perfecto para la foto. Me gustó la vista (y así pude reflexionar que nuestro cuarto se veía considerablemente más cómodo). Obvio había muchos más hoteles por el rumbo, pero unos de plano los ignoré y otros estaban llenísimos. Así que la decisión fue la correcta.
Seguimos de acuerdo a lo planeado y llegamos a la puerta del Beer Fest para enterarnos que no podíamos entrar porque no teníamos boletos, y los boletos se vendían por internet y ya se habían acabado desde hace tiempo. Aquello estaba enorme, a reventar, y la gente se movía en oleadas. Torcimos la boca, intentamos en otra entrada con el mismo resultado.
—Si quieres ambiente cantina vamos al Hussongs— dijo Sami mientras caminábamos de regreso— Te va a gustar. Ahí llegamos Plinio y yo la ves pasada que venimos.
Yo pensé que iba a ser tipo de las cantinitas fresas, pero no. Fresa el Papas & Beer donde reinaba el aroma a CKOne junto con otro empalagoso y dulzón, mezclados con la indiscutible fragancia de la garnacha (y como sabes que un lugar tiene en su mayoría recién egresados a la mayoría de edad, porque apesta a CK One y a Narcisse de Chloé).
El Hussongs tiene una puerta de marco verde que una vez dos pasos adentro, topas con una pared y divide en dos; directo a la barra o al área social. Una barra de madera medio dada al traste de finales del siglo XIX. Exacto, es la cantina más vieja y más conocida de Ensenada. Tiene el piso tapizado de lo que creí era aserrín (como las pulquerías, y hasta dije para mis adentros, que se preocupaban por la ambientación hasta el más mínimo detalle), pero en realidad me di cuenta que eran restos de cáscara de cacahuate (ojo para los alérgicos, ni entren). Aunque lo recojan es tanta la gente que pide su bolsa de cacahuates sin pelar, que vuela el polvito para todos lados, quedando para la noche el piso decorado dándole carácter al lugar.
Lleno a reventar, cerveza barata, margaritas al dos por uno, bandas de taca tacas (como tres en todo el bar, cada uno con su grupito de gente). Nada más no había gente en el techo porque ya tomados nos da hueva treparnos.
—Vete a donde dice baños y síguete por ahí— fue la instrucción de Sami. Y yo creí que tenía que pasar, ¡pero no! Es la entrada al área dos, que solo conocen los que ya han estado ahí. No tan coqueta como la nave principal (digamos), pero con una barra de servicio más eficiente, y tiene una salida por atrás para fumar tranquilamente.
Ahí estábamos, paseando, brindando, platicando, cuando Sami se encontró justo apostados en una esquina por la salida (o entrada) a unos conocidos de Peñasco ¿Cuales eran las posibilidades? No lo sé, pero supongo no muchas ¿cierto? Unas margaritas más (dos por uno, y bien servidas, con Don Julio, Cointreau y toda la cosa, no vayan a creer que nada más agua y limón) y nos dieron la pauta de que había un Irish Pub. Era San Patricio, en pocas palabras teníamos que ir aunque sea a beber la respectiva cerveza verde.
Tres cuadras derecho y dos a la izquierda, hasta al fondo, en un tipo chalet, ahí. Si entrecierras los ojos puedes ver el letrero que lo anuncia.
Para ser San Patricio y Irish Pub había un grupo tocando las clásicas inolvidables de ayer y antier del rock en español. Pero estaba bastante a gusto. Los únicos disfrazados eran los meseros, y yo lo más verde que traía era la cerveza que me acababan de dar.
La pasamos bien hasta que ya de plano sentía que no me cabía más cerveza en el cuerpo (un licor más fuertecito sí) y ya pasaban de las dos de la mañana. Regresamos por otra calle y dimos con la parte de atrás (el área de fumar) del Hussongs. Acortamos por ahí. Iba a pedir la margarita caminera, pero Sami se había adelantado hasta casi salir del lugar.
Sí, mejor ya no meterle más. Nos faltaba la caminada de regreso al hotel. Y yo que siempre me baño de noche aunque me esté cayendo de sueño.
Al día siguiente el plan era ir al Rey Sol a desayunar y luego agarrar camino para la ruta del vino.
Y ya con el plan armado, válgame, pero que camas tan más exquisitas. Caímos como tablas.
Pronto la parte III de la aventura.
Parte I. Y agarramos carretera
Contenido original de @mokamisschievous para Steemit. Las fotos y el texto son de mi autoría.
@mokamisschievous Wow.. y vamos a una 3ra parte =) esto se pone bueno jaja.. ese viaje de plano que fue muy genial.. que suerte tienes de vivir esas aventuras.. y para próximos viajes grábate un video de los sitios =9 los subes a d-tube y vinculas todo..
Perdona la respuesta tan tardía. He tenido problemas con el internet (no sé si en Semana Santa todos se han puesto a ver Netflix o porno de alta calidad en toda el área)
Pero bueno, ya más rápido y menos frustante he puesto la parte tres ya jajaja (que se trababa, no entraba, me botaba las fotos y todo. Fue horrible).
Lo de grabar, sí lo he pensado, pero honestamente me da penita, jajaja sí apenas empiezo con el lujo de los selfies y las stories de instagram jajajaa.
¡Saludos!
Felicidades, tu post fue descubierto y publicado por @OCD en su International Daily Compilation 141!
Puedes seguir a @ocd – conocer más sobre el proyecto y ver otras Chuladas de publicaciones! Nos enfocamos en la transparencia.
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@elteamgordo es un placer seguirle viendo por mis rumbos. Gracias y extiendo una disculpa por lo tardío de mi respuesta (No tengo más excusa que el internet lento de Semana Santa, me frustra mucho)
¡Saludos! y nos estamos leyendo
No te preocupes, afortunadamente ya no tenemos esa regla de tener que responder así que podemos nominar lo que nos guste.
Por otro lado te mandé un resto en el siguiente post. Se que cara pondrás cua do lo veas, quizas la.mia fue la misma jaja pero es para hacer comunidad. Saludos!!
https://steemit.com/mysteemitname/@elteamgordo/el-origen-de-mi-nombre-de-usuario-or-desafio
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