Entre páginas y una biblioteca. | by @nathalia5

Ella se rascaba la cabeza con el lápiz mientras los demás alumnos apuntaban lo que su profesor dictaba, la verdad era que se había perdido su hilo de concentración y de un segundo a otro se encontraba a sí misma mirando al techo hasta que el docente se giraba y ella fingía escribir.

La verdad no se encontraba totalmente enfocada en aquella clase, no es como si fuese irresponsable, pero había algo, como un presentimiento o tal vez el leve sentir de unos nervios era lo que le atontaba.

O tal vez era el ambiente algo tenso por la emoción de salir ya que la hora de ir casa para muchos se acercaba, muchos querrían ir a relajarse u otros tenían que trabajar, las circunstancias para cada cual eran distintas.

Y una vez los dejaron salir, en lugar de ir a la salida como siempre sus pies la guiaron hacia la biblioteca, había apartado un libro pero debía devolverlo a donde pertenecía, aunque no parecía muy entusiasmada en hacerlo, caminaba arrastrando los pies y con su mochila en el hombro izquierdo, sus ojos parecían perdidos aunque ella, físicamente estaba allí.

Bajó por una escalera y luego de dirigirse por un largo pasillo dio con el sitio, abrió la puerta, la cual era tan vieja que tenía sus mañas, le conocía el truco perfectamente, pues desde que había ingresado a ese colegio no hacía más que asistir allí antes de clases o luego de ellas, debido a su falta de amigos.

Era esa persona que vivía en las historias de alguien más, hasta que abrió la puerta y ésta dio un chirrido, el ambiente totalmente parsimonioso y el leve olor a lavanda le ayudó a dejar un poco su estrés, hasta que vio al nuevo encargado de la biblioteca.

Era muy raro que alguien se ofreciera, usualmente lo hacían por puntos extra o... por un castigo, pero aquella persona sabía lo que hacía y ella lo notaba al ver cómo leía los seriales y acomodaba los libros por tipo, sonrió.

Tal vez ése era su presentimiento y no lo sabía.

Rebuscó un libro y no encontró nada que le llamase la atención, pero tomó igualmente uno con un título y portada decente, el joven encargado pasó muy cerca de ella y algo en su interior se agitó, miró su espalda sintiendo que lo conocía de algún lado, pero sabía que tal vez no lo hacía.

Una lágrima cayó desde su ojo derecho hasta su mejilla, sintiéndose mal, o tal vez era otra cosa y no se daba cuenta, pero nunca lo adivinaría, porque ella no tenía ése tipo de suerte, había decidido apartarse del mundo debido a una enfermedad que la haría morir pronto, y no quería ver a nadie sufrir.

Por eso se arrepentía de nunca haberle hablado, viviendo miles de vidas desde las páginas de un libro y no de manera propia.