¡Hola, queridos amigos!

Espero de todo corazón que cada uno de ustedes se encuentre disfrutando de buena salud y alegría. Hoy deseo compartir con todos cómo fue mi día el 14 de marzo de 2024

Como es mi rutina diaria, me desperté temprano y procedí a realizar mi aseo personal antes de preparar el desayuno tanto para mi querido esposo como para mí. Preparé con cariño una deliciosa comida que nos brindara energía para empezar el día juntos. Fue un momento de calma y conexión que valoro profundamente en nuestra vida cotidiana.

Al mediodía regresé a casa y preparé el almuerzo, pero esta vez me tocó comer sola ya que mi esposo estaba en el trabajo. Sin embargo, a la 1 p.m. recibí una llamada de él informándome que me esperaba en el mini terminal para acompañarlo a la U.E. Javier Alcalá Vásquez. Ya que se llevaría a cabo el Encuentro de la Voz Infantil, donde se seleccionarían a los niños que representarían a la institución en una selección musical contra otras escuelas del estado. Con entusiasmo, me preparé para apoyar a mi esposo y disfrutar de la talentosa presentación de los pequeños artistas en este emocionante evento escolar.

Mi esposo formó parte de los músicos que interpretaron la música en vivo mientras los niños realizaban su presentación. A pesar de contar con poco tiempo de ensayo y de que algunos no estaban completamente preparados, el entusiasmo por participar era evidente y todo quedó muy bonito. Además, la mini reina del colegio estuvo presente y se sentó junto a sus compañeros durante la actuación.

Yo estaba entre el público que esperaba con entusiasmo la presentación de los niños. En la audiencia se encontraban los padres, compañeros de clase y maestros de los pequeños participantes.

Un niño captó mi atención y no pude evitar notarlo, ya que se colocó delante de mí para ver la actuación de los niños. A pesar de que le pedí varias veces que se apartara, ya que yo estaba sentada y no podía ver, él se movía momentáneamente pero luego volvía a bloquear mi visión hacia el escenario. Se me ocurrió proponerle que se tomara una foto conmigo, y él aceptó de inmediato. Después de eso, no volvió a colocarse frente a mí, lo que me permitió disfrutar tranquilamente de la presentación de cada niño.

Al finalizar, tomamos un autobús que nos dejó en el centro y caminamos hasta llegar a casa. En el camino, decidimos hacer una parada en una panadería y compramos pan para nuestra cena. Así concluyó mi día.

_{Camino a casa.}

_{Todas las fotos by @nirla tomadas con mi celular Samsung en Cumaná - Venezuela…}