Tres hermanos deciden casarse el mismo día.

Después de la ceremonia están en el bar discutiendo cuántas veces cada uno va a tener sexo con sus nuevas esposas esa noche y pronto hacen una apuesta. A la mañana siguiente, alrededor de la mesa del desayuno, obviamente incapaces de discutir la apuesta delante de sus esposas, el primer hermano dijo con orgullo "Tomaré tres tostadas" y guiñó un ojo. El segundo declaró: "Bueno, estoy hambriento, así que tomaré cinco". El tercero sonrió y dijo "Tomaré seis rebanadas, pero ¿podrías hacer dos de ellas con Nutella?"

Renata Baptista