Una mujer de 70 años decidió que por fin había llegado el momento de casarse.

Puso un anuncio en el periódico. "Se busca marido. No debe pegarme, no debe pisotearme y debe ser bueno en la cama"

Recibió muchas solicitudes, pero después de unas semanas no encontró a nadie adecuado. Estaba a punto de darse por vencida, cuando oyó el timbre de su puerta. Abre la puerta y encuentra a un hombre sin brazos ni piernas sentado en una silla de ruedas.

"¿Puedo ayudarle?" Le pregunta.

El hombre sonríe y dice: "¡Soy yo, su nuevo marido!".

"Debe estar bromeando..." La mujer se ríe.

"Pues piénsalo", dice él. "No tengo brazos, así que no puedo golpearte. No tengo piernas, así que no puedo pisotearte".

Los ojos de la mujer se entrecierran y pregunta: "¿Pero... eres bueno en la cama?".

El hombre se reclina en su silla y sonríe. "He llamado al timbre, ¿no?"

Leanna Bartlett