La diosa de mi inspiración | Fantasía Erótica

Una noche cualquiera, sin querer o queriendo tal vez desesperadamente, apareciste tú, apareciste entre tanto rostros sin nombre, de nombres sin rostros y empezaste a invadir, cada hueco, cada rincón, cada espacio infinito.

Tus frases intensas cargadas con magia, redundaban de extraño significado, se precipitaron absorbiéndolo todo. Tu sensualidad, tu deseo, tu misterioso mundo de sueños, me absorbía, dando poco a poco, sentido a muchas cosas en mi vida, de mi existencia.

Surgiste de la nada, silenciosa, oculta entre un nombre que me devolvió ecos de otros tiempos, tras un personaje de ficción que tú misma creaste y, sin embargo, sabía que solo podías ser tú, te esperaba, nadie más era capaz de interrumpir en mi con la fuerza que tú lo hiciste.

Tú te convertiste en mi fuente de inspiración constante, la musa de la inspiración, de nuevo haces acto de presencia en mí, desnuda, sensual, sugerente. Ese sueño lejano que tantas veces hemos anhelado sin lograrlo y por ti, solo por ti, las palabras de nuevo surgieron a raudales, los párrafos cobran vida y fui capaz, de escribir con los dedos del alma.

Que lento transcurre el tiempo sin escuchar tu voz, que lento pasan las horas sin alguna señal que delate tu presencia, que lento el pasar de la vida deseando ver tus ojos, deseando tocarte, sentirte, besarte, desearte, soñarte, acariciarte.

Sin cesar, he saboreado tus labios, he sentido tu carne ser una con la mía en un solo cuerpo, he bebido de tus jugos, he gozado de tus espacios infinitos, disfrutando de ti sin límites terrenales. He disfrutado de tus caricias, de tus cariños cargados de un amor ilimitado, he observado a través de tus ojos mi reflejo. Te he sentido junto a mí, iluminándome el camino a seguir.