El demonio y la bebida del amor.

Y el demonio sonriendo, le dijo al joven despechado lo siguiente:

Quién sea que ingiera este líquido...

sentirá amor por tí.

¿Palabras muy grandes? Lo son. El sentimiento del amor puede ser uno de los más peligrosos y a la vez placenteros que el ser humano puede experimentar.

Ahora visualizalo, piensa en ese alguien a quien tú tanto amás y quieres que se una a ti, pero no lo ha hecho por razones que para tu cerebro podrán tener sentido, más no tienen peso.

Con este líquido, tienes una gran responsabilidad en tus manos, puedes enamorar y convertir a alguien que te ve con cariño, aprecio, o incluso asco, en alguien que te vea con delirio, con pasión, con locura, de la misma forma en que tú ves a ese individuo.

Algo totalmente involuntario, algo que ese alguien no quiere hacer, es algo forzado, algo predispuesto. Cada vez que veas su imágen y escuches un "te amo" entre sonrisas y besos... Debes recordar que es una imágen distorsionada de la realidad.

Cómo ver através de un caleidoscopio, al principio será hermoso, diferente, mágico... Pero con el tiempo se tornará exhaustivo, agotador, y difícil de procesar, viendo algo que es lo más lejano a la realidad.

¿Eres capaz de darle esta bebida a alguien en serio?

Dime... ¿Que piensas hacer con esta bebida?

El joven vió la roja y atractiva bebida.

La agarró con determinación... Y la bebió.

El demonio muy confundido no comprendía el porqué no se dejó llevar por sus amenas y atractivas palabras, ni siquiera comprendía porque su presa se tomó la bebida.

Para poder amar y recibir amor, debo conocerlo, y el único que puede lograr eso, soy yo mismo.

La respuesta del jóven hizo que el demonio y sus pocos dientes le sonrieran, supo que se había equivocado de objetivo.

Se dió la vuelta, incrustó sus manos desnudas en el piso y con el mínimo esfuerzo, lo abrió para volver a su hogar. Pero antes de irse, le regaló al joven una última propuesta.

"Esta pequeña botellita entre mis dedos, contiene el suspiro de la vida, puedes tomarlo y volver a donde perteneces, para hacer las cosas bien."

El joven acepta la botella, la aprieta con fuerza, y ve al demonio marcharse frente a sus ojos... Luego de un rato observando la botella y pensando en beberla o no, decide hacerlo.

Todo se vuelve negro, y poco a poco... La luz reaparece.

El joven despierta en una camilla de hospital, hace un esfuerzo inhumano para abrir los ojos, la enfermera que lo atendía perdió el control de la emoción y de manera muy agitada se fue de la habitación gritando: "¡SEÑORA, SU HIJO DESPERTÓ!"

La madre del jóven con lágrimas en su rostro lo abraza, como si nunca hubiese podido darle otro abrazo... "¿Que hago aquí? no entiendo" es lo que se decía a si mismo, pero bastó con inclinar su mirada hacia la izquierda, y ver su brazo repleto de puntos y con marcas de cortes profundos.

Las lágrimas se desbordan con facilidad, abrazó a su madre con su brazo izquierdo, su brazo puro, su brazo intacto... Con tanto amor y fuerza y alegría. El mismo demonio se lo dijo.

"Es hora de enmendar, y hacer las cosas bien."

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Gracias como siempre por llegar hasta acá. Que disfruten de esto es lo más importante y lo único que me motiva a seguir escribiendo (además de que dreno mucho de esta forma)

Recuerden que la ruta mas certera al amor verdadero, es cuando aprendes a amarte, luego amar a los demás, será algo muy simple.

La foto es de mi autoría y fue tomada con un motorola G5 plus, un abrazo azul para tí, de mi portafolio.

Hasta la próxima.