No hay dos sin tres.
¿Te cuesta elegir un lado verdad?
Mira a tu izquierda, ahí estás tú, lleno de éxito, lleno de agozijo, has conseguido todo objetivo que te has planteado en la vida, y has superado todo obstáculo que se ha manifestado. Tienes mucho dinero y mucho reconomiento; una casa enorme, con tantas habitaciones como trofeos conseguidos; una mujer famosa dispuesta a enredarse con tu cuerpo, pues sabe que eres un campeón.
Puedo ver como tú oreja se alza al escuchar lo que te digo. Tendrás casi todo en "mucho" nada de poco. Si... Casi, pero tú familia no está contigo; tus amistades son superficiales, solo te quieren por tu dinero; nadie te valora en serio, solo buscan que conseguir de ti; nadie te ama con las 3 letras de la palabra, ni siquiera tu.
¿Quieres entrar aquí, o prefieres escuchar lo que hay a tu derecha?
Si... Eso imaginé.
De este lado te encuentras tú otra vez, un poco frustrado pues no has conseguido destacar en tu ambiente laboral, nadie reconoce con propiedad tu esfuerzo invertido; estás económicamente contra la pared, la soga está en tu cuello y poco a poco tensandonse, siempre estás agotado y buscas una forma de poder darte la vida que mereces.
Pero tú familia siempre está a tu lado buscando ayudarte, tienes a tu lado a una mujer que amas y te ama, daría su vida por ti y por los hijos que comparten, son su mayor tesoro. Te amas, sabes que mereces más, y te molesta que no puedas darle a tus seres queridos la vida que sabes que ellos se merecen, quieres recompensar a todos con lo que te han dado, pero a duras penas te da para comprar comida, pagar servicios, y los estudios de tus hijos.
¿Suena tentador?
Sé que no. Pero esos son los dos caminos que te propongo, puedes escogerlo, y esas serán tus realidades seguras... Ah, casi se me olvida mencionarlo.
Justo detrás de ti hay una puerta diferente, es un tunel, ese camino es uno que no te sugiero, es mucho peor que estos dos que te ofrecí. No hay garantía de nada bueno, puedes terminar sin fama, dinero, familia, ni amor.
Es insano, es un camino para valientes, y se que tú no eres valiente, tú tienes que decidir entre la ventana roja y la ventana azúl.
Créeme, tú no quieres tomar la ruta del túnel.
¿No entiendes que podrías sufrir muchísimo más de lo que lo harías en esta dos rutas que te ofrezco? Tu terquedad podría matarte y destruirte mucho más temprano de lo que lo podrían hacer estos dos caminos.
Todos los seres inteligentes después de meses decidiendo, saben que la mejor elección es una de esas puertas, ¿porque quieres ser parte de los insensatos que entran al tunel?
¿Crees que te pongo a prueba? ¿Que te miento?
No lo hago, esa ruta incluso me aterra a mi, no seas iluso, toma mi mano, piensa en frío las cosas, y deja de escuchar tus latidos, escucha tu cerebro...
Veo que se me es imposible convencerte de hacer las cosas como son... Date la vuelta, y espero que no llores mucho, que no te quiebres mucho, porque en ese túnel se quiebran todos, no serás la excepción.
En ese camino TODOS sufren.
El pequeño feto no hizo caso a la tentación, siguió a su impulso, aceptó el tercer camino, el que podría terminar despedazandolo. Pero es porque sabe que en esta ruta, todo puede terminar fatal, como puede ser el único camino en que tiene lo rojo y lo azul.
Un riesgo, una apuesta, eso es lo que te brinda el túnel.
Después de 9 meses pensando, decidió salir, y aceptar lo que esté túnel llamado Luz, le vaya a dar.
El bebé salió del cuerpo de su madre, lloró, y su mamá lo abrazó con todo el amor del mundo, hasta calmar sus llantos.