BUDDHISM: Reflexión
Existe, según las filosofías orientales, un punto en la frente entre las cejas y arriba de los ojos en el que se concentra gran parte de la energía de nuestro cuerpo. Mediante la meditación se puede conseguir un estado mental en el que las energías espirituales se puedan percibir mas fácilmente, llegando a entrar en mundos internos y místicos que se encuentra en nuestra conciencia, en el universo y en un plano paralelo en nuestro propio mundo, viendo con el Tercer Ojo ver lo que con los ojos ordinarios no se logra ver.
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En las culturas orientales, como factor en común de las muchas religiones practicadas en Asia, el Tercer Ojo es un elemento cultural que ha llegado a América a ser, por parte de los escépticos, objeto de burla y de sátira, exponiendo a miles de antiguas culturas a la mofa de una civilización que, en comparación, es el equivalente a un niño en pañales al contrastarla a la muy rica y antigua historia que poseen las culturas orientales.
Aunque cada día las culturas asiáticas hacen mas presencia en América, verdaderamente no puede decirse que se está tomando como filosofía de vida las austeras costumbres orientales, en realidad lo que esta sucediendo es que dichas practicas espirituales han llegado al continente americano como elemento de marketing y negocio para las voraces culturas americanas y europeas.
Éstas, nuestras occidentales culturas, en su búsqueda por un sentido de vida mas espiritual alejado de las religiones judío-cristianas, no logran observar que mediante la practica informal de las ancestrales culturas asiáticas consiguen deformar la esencia de éstas y alterar lo que durante miles de años se ha mantenido.
Fuente: Post anterior YOGA: Reflexión
Holi, te quiero, chao.