Este post va dirigido a las personas que han visto la película Ghost in the Shell de Mamoru Oshii estrenada en el año 1995, hablaré de algunas escenas y lo que las mismas junto con el film intentan trasmitir o al menos lo que creo que intentan transmitir, todo desde el punto de vista de tu servidor. Debido a lo ya comentado este post contiene varios spoilers si quieres ver la película y aun no lo has hecho te aconsejo que te detengas en este momento. Dicho esto continuamos…

Hace tres días mientras pensaba en algún tema que no tuviera que ver con poesía para compartir con ustedes, me puse a ver películas en internet y por azares del destino vi por trigésima vez Ghost in the Shell la película de Mamoru Oshii… Me gustaría contarles un poco de este film, mi opinión acerca del mismo y de su filosofía sobre la conciencia.

Recuerdo que una vez tuve un sueño, uno donde me veía a mí mismo como una máquina. Después de despertar del sueño me puse a pensar ¿Que sería de mi persona en esa condición, seguiría siendo yo? ¿Estaría consiente de mi humanidad a pesar de mis implantes? ¿Qué tan seguro estoy de mi conciencia? Si es que sigue siendo mía.

La conciencia, una palabra que le provoca más de un dolor de cabeza a mi cerebro por las noches, quizás solo se deba a mi increíble paranoia ¿Es la conciencia lo que nos hace lo que somos, humanos? Es un conceptos básicos e importante dentro del campo de la filosofía y la Wikipedia la define como la capacidad que tenemos los humanos de reconocer nuestra existencia y nuestros actos, de reconocernos a nosotros mismos cuando nos miramos frente a un cristal. Quizás por eso hemos puesto en un pedestal al concepto del “yo” que nos dice que estamos conscientes de quienes y de lo que somos.

¿Quién soy sin mis manos? ¿Quién soy yo sin mi voz? Quizás piense que sigo siendo yo mismo, estoy consciente de mi existencia… en cierta forma, y ¿Si reemplazan mi cerebro por el de una maquina capaz de interpretar mi visión, seguiré siendo yo? ¿Qué soy sin el pensamiento que genera mi mente? Quizás un cadáver o un robot ¿Podría seguir “vivo” si ese fuera el caso? Creo que esta es la razón del nombre de esta película, la esencia básica de nuestra alma, el ultimo rastro de nuestra identidad, lo que llaman en el film el Ghost, un espíritu aprisionado en una mazmorra de cables y circuitos.

Ghost In the Shell es una película animada de ciencia ficción dirigida por Mamoru Oshii, es muy representativa del genero cyberpunk. Su trama se desarrolla en un futuro cercano, consumido por la tecnología y la industria en un planeta herido por las guerras nucleares, donde las luchas ahora se disputan mediante la informática y el terrorismo cibernético.

La máquina y el humano se han amalgamado gracias a la tecnología y sin notarlo se inicia una era de pos humanidad, y el ser humano en cuestión y todo lo que el mismo simboliza esta lentamente quedando obsoleto, lo único que queda de él es su conciencia, el recuerdo de que quizás en algún lado hay un ser vivo movido por algo más que implantes cibernéticos, el Ghost . Así es como Ghost in the Shell retrata su universo, sin necesidad de explicar demasiado usando palabras, solo dándote una visión de su mundo y entorno. Ahí es donde se ubica la protagonista Motoko Kusanagi quien es un cyborg completo a excepcion de su cerebro que se conserva humano de cierta manera.

Desde un punto de vista muy personal Ghost in the Shell es una de las mejores películas de ciencia ficción animadas que he visto.

La primera escena de la película es increíblemente trascendental, inicia de manera asombrosa con la ópera del compositor Kenji Kawai y sin necesidad de una sola palabra, la película con una gran narración visual nos relata la historia de la concepción artificial y de lo que significa nacer en un cuerpo nuevo y que lo único que une este cuerpo con la conciencia de la protagonista es un escáner que reconstruye de manera artificial su cerebro y al final se levanta habiendo nacido nuevamente como una máquina, más tarde despierta en una habitación oscura y vacía, con una ventana que da vista hacia un paisaje roto, contaminado y totalmente industrial no muy diferente al lugar donde fue concebida, ella se levanta, se coloca su ropa y abandona la habitación como si nada de esto le importara. Una de las escenas que más me ha encantado de séptimo arte ya que te pone en situación con un mundo que ha sido consumido por la tecnología y el concepto de estar vivo sería algo que quizás no sea tan fácil de comprender.

Durante la primera parte de la película podemos conocer a la protagonista Motoko Kusanagi como un personaje gélido, metódico y con una gran frialdad y efectividad para cumplir sus misiones, lo que cabría de esperar de una máquina, funciona con una precisión implacable y apenas si frunce el ceño, mostrando total indiferencia por las singularidades humanas, sus compañeros que a pesar de que también son cybors, aún conservan la gran mayoría de sus partes originales y actúan de una forma más cálida y humana por así decirlo. Luego de esto llegamos al epicentro de la película, el problema que Kusanagi guarda en su interior, un problema de identidad. En un mundo donde la condición humana ha sido absorbida por la tecnología y la industria ¿Qué significa ser humano? ¿Cuál es nuestra identidad? ¿Cuál es la esencia de nuestra existencia? Más allá de la acción que contiene la película esta es la parte central de la misma, la busqueda de la identidad de la protagonista, que veremos desarrollarse a lo largo de la película.

En una de las escenas en las que Kusanagi comparte una cerveza con uno de sus compañeros ella, que durante toda la película se nos presenta como una afinada máquina de guerra, comienza a mostrar emociones humanas y pone en cuestionamiento el que es lo que nos hace humanos y explica en un monologo muy bueno en mi opinión la sensación de una conciencia dentro de un cuerpo artificial.

Hay una de las partes de la película que para mí es una de las mejores de todo el film donde el director, Mamoru Oshii establece y muestra el universo de Ghost in the Shell desde la mirada de nuestra protagonista, haciendo del paisaje gélido, industrial, gris e indiferente en un espejo del personaje, al igual que en el nacimiento de la protagonista en esta escena no hay una sola palabra, solo se presentan las entrañas abiertas de una ciudad despojada de color, atropellada y llena de caminantes solitarios, mientras todo transcurre, la protagonista Kusanagi divisa en uno de los bares de neón a una mujer con su mismo diseño cibernético para luego extraviar su mirada en el cielo gris y en los letreros borrosos que penden como trapos al sol, las personas pasean entre escaparates llenos de maniquíes y modelos de implantes, van con las miradas indiferentes y vacías. Esta escena en mi opinión es esencial para comprender la relación que existe entre la humanidad y el mundo artificial que conviven juntos en una cierta incomodidad e indiferencia.

Luego de presentar el universo de la película el director nos mete en lo que considero es el principal dilema de la misma. Una mujer misteriosa es arrollada en una autopista, luego nos damos cuenta de que es un cuerpo artificial controlado por una sofisticada e inusual inteligencia y responde al nombre de 2501, esta inteligencia asegura ser un ente vivo nacido en el cyber espacio, una inteligencia artificial capaz de concebir un alma, un Ghost que no nació humano, esta inteligencia artificial llamada 2501 y Kusanagi son caras de una misma moneda.

En punto de conflicto de la película el marionetista, mejor conocido como 2501 es secuestrado, la mayor Kusanagi y su equipo lo rastrean hasta un museo de historia natural abandonado, que funciona como una ironía o metáfora de este mundo que se ha alejado casi por completo de la evolución natural, un mundo que ha funcionado la carne y el acero.

El combate entre Kusanagi y 2501 comienza y tras una larga lucha a muerte entre Kusanagi y un tanque en forma de araña poseído y defensor del cuerpo de 2501, Kusanagi fuerza su cuerpo cibernético al límite para poner fin a la lucha, pero este mismo en el intento se ve destrozado y se puede contemplar un fracaso muy humano, con ayuda de su equipo 2501 es neutralizado y ambos consiguen hablar cara a cara, en aquel museo había una representación del árbol de la vida y 2501 lo toma como referencia para tratar de explicar lo que significa la condición humana o al menos lo que significa estar vivo pero su incapacidad para definir la experiencia de la vida hace que simplifique la misma a un proceso de nacimiento, reproducción y muerte. En este momento se puede ver la dualidad de ambos personajes que son dos imágenes incompletas y fragmentadas de un mismo ser, ambos buscan una explicación, una trascendencia, una nueva forma de ser mas allá del cuerpo de metal en el que ambos se hallan prisioneros.

Durante esta charla en donde ambos personajes de alguna manera conectan entre ellos, francotiradores destruyen a tiros ambos cuerpos, pero la conciencia de ambos sobrevive fusionados y renacidos . 2501 y Kusanagi despiertan siendo un solo ser en el cuerpo de una muñeca androide en algún lugar del mercado negro de la ciudad, siendo un ser totalmente desconocido y abierto a una gran maraña de posibilidades, un nuevo ser. Una amalgama perfecta entre la máquina y el alma.

Ghost in the Shell es un breve vistazo de la conciencia, lo que nos hace ser quienes somos, sobre nuestra condición y nuestra identidad en un mundo donde la tecnología y la vida cada vez contrastan menos entre si.