Los Vestidos de Bu - Recuerdos del Corazón

Cuando mi hija Raquel contaba con 4 años estaba la película Monsters Inc en el cine y la llevamos para que la viera, siendo ella una niña muy madura para su edad no se movió del asiento y disfrutó muchísimo de la película comiendo golosinas y riendo sin parar. Como le había gustado tanto le compramos esa misma película en VHS, que era lo que se utilizaba para esa época, y cada vez que llegaba del preescolar la veía, ya no recuerdo cuantas veces, también tuve que verla con ella así que yo me sabía hasta los diálogos, se que la mayoría de los padres se van a identificar conmigo.

Un día mi hermana Lay, llegó a la casa con la muñeca Bu (Boo), la niña de la película, la cual venía en una promoción del supermercado, si comprabas una caja de salsa de tomate te daban una muñeca de estas, así que se la regaló a mi hija. Ella sólo tenía hijos varones y la ha considerado como la hija que no tuvo. Cuando Raquel recibió la muñeca se sintió muy feliz y desde ese momento se convirtió su muñeca favorita, no salía de la casa sin ella y no se dormía si no estaba Bu a su lado. Esa muñeca fue su preferida por muchos años y con el tiempo se fue deteriorando pero ella se negaba a dejarla, a veces me daba pena cuando salíamos a pasear y llevaba a Bu, ya que las personas pensarían que no teníamos para comprarle otra.

En ese tiempo vivíamos en casa de mi mamá y Raquel se convirtió en otra hija para ella, ya que la lidió y cuidó desde bebé. Pasaron los años y cuando mi hija cumplió 10 años pudimos comprar nuestra primera casa por lo que emocionados y felices juntamos nuestras cosa y nos mudamos. El día de la mudanza mi hija y mi mamá estaban muy tristes por la separación, mi hija hizo algo que jamás hubiera esperado que pasara, le entregó la muñeca Bu a su abuela diciéndole que ella se iba pero que se la dejaba para que la acompañara.

Hoy mi hija Raquel tiene 20 años y mi mamá 87 años, ella todavía conserva la muñeca Bu y la tiene en un lugar muy especial en su cuarto, todos los años para navidad le hace un nuevo y hermoso vestido a mano para mostrárselo con orgullo a mi hija, me asombra que a su edad todavía pueda ensartar una aguja, comparto algunas fotografías de esos maravillosos vestidos de Bu.

El amor de los abuelos es un tesoro, debemos cuidar de ellos y escuchar sus consejos, los cuales ofrecen desde el corazón.