Fuente
7 pues Jehová tu Dios te ha bendecido en toda obra de tus manos; él sabe que andas por este gran desierto; estos cuarenta años Jehová tu Dios ha estado contigo, y nada te ha faltado. Deuteronomio 2:7 (RVR 1960)
¿Sé que en algún momento han pasado un desierto espiritual?, un desierto de estos donde te sientes solo, en donde por una razón parece que Dios se ha alejado de ti, por más que clames no logras sentir su presencia ni mucho menos oír su voz. Y es que todos hemos pasado por un rato como estos, a aquellos periodos de aparentemente silencioso se le llama en el lenguaje cristiano como desiertos. No tenemos de evadir que lleguen alguna vez en nuestra vida, logre que en este mismo momento tú estés pasando por uno de ellos, y definitivamente estoy segura de que deseas que pase lo más rápido posible.
Y es que se necesita que descubramos desiertos en nuestra vida, quizá en este momento puedas estar pensando: estás loco. Los hombres que marcaron historia en el ayer tuvieron que pasar por largos desiertos antes de poder ser usados de una manera tremenda por Dios. Dios permitió que Moisés se fuera al desierto por cuarenta años, es útil como el caudillo libertador de su pueblo. A lo largo de aquellos desiertos y de aquellos 40 años, Dios pulió a Moisés, lo capacitó para que llegara a ser el ser humano más manso sobre la faz de la tierra, y con ello una herramienta lista para ser utilizado por el Señor de Señores.
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David, un hombre acorde al corazón de Dios, tuvo que pasar por un desierto horroroso, en donde por diversos años Saúl anduvo persiguiéndolo para matarlo. Y es que no tenemos la posibilidad de negar que a lo largo de aquellos desiertos es una vez que nuestro corazón está más sensible a ser ministrado por Dios. Elías, el profeta de fuego, tenía el don de clamar y que Dios respondiera en el instante, Dios hizo milagros asombrosos por medio de la vida de Elías; sin embargo, aquello no es fundamento para que además pudiera pasar por un desierto en su historia. Al ser amenazado por Jezabel, Elías paso el momento más difícil de su historia, a lo largo de su desierto espiritual Dios lo alimentó y lo cuidó.
Moisés, David y Elías poseen algo en común y es que los 3 pasaron por desiertos en sus vidas, sin embargo, aquellos desiertos solo sirvieron para capacitarlos para la obra que por delante venía. De igual manera, Dios está permitiendo en tu vida aquellos desiertos, ya que desea moldear varias zonas de tu vida, que al ser moldeadas quedarás en perfecto estado para ser utilizado para una labor definida. Que aquellos desiertos que estás pasando solamente sirvan como un estímulo para tener la certeza que una vez que pase, tú estarás listo o lista para ser usado o utilizada en enorme forma por nuestro Dios.
3 Pues este es aquel de quien habló el profeta Isaías, cuando dijo: Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, Enderezad sus sendas. Mateo 3:3 (RVR 1960)
