Qué bonito es llegar a ese lugar que llamamos "hogar".
(Foto de mi autoría)
Mi hogar. Mi pequeña morada, donde soy feliz y hacia donde huyo cada vez que algo me exaspera (cosa que pasa a menudo).
Qué bonito es llegar a ese lugar que llamamos "hogar". Donde crecimos, donde aprendimos, donde comenzamos a ser lo que hoy somos.
Ese espacio donde convivimos con las personas más importantes de nuestras vidas; donde nos regañaron, nos buscaron, nos persiguieron incontables veces... el mismo donde otras tantas nos felicitaron y nos abrazaron con el más efusivo amor. Ese lugar donde, descalzos, con gomas, con tacones, con zapatos nuevos y las cotizas más viejitas, caminamos tantas veces de un lado a otro.Ese mismo en el que recibimos a las personas que poco a poco fueron haciéndose camino hacia nuestras vidas; donde despedimos a otras que, por una u otra razón, no volvimos a ver.
Qué bonito es llegar a ese lugar. De día, de tarde, de noche, de madrugada... a cualquier hora.
Qué bonito llegar a ese lugar. Felices, tristes, enojados, eufóricos... con cualquier estado de ánimo. Qué bonito es llegar a ese lugar. Con tu mamá, con tu papá, con tus hermanos o hermanas, con tu pareja, con tus hijos... con cualquier compañero.
Qué bonito es llegar a ese lugar que llamamos "hogar".