Mamá, ¡Saca el pecho!: La leche materna y sus beneficios (parte I)

En mi corta estadía en la práctica médica me he enamorado de la noble forma en la que nuestro cuerpo está completamente capacitado para adaptarse al entorno y cómo este sufre al combatir todos los agentes externos que interactuan con nosotros a diario y en ocasiones pueden hacernos daño.
El principal ejemplo de esto puede verse en los primeros meses de vida de un ser humano, en los cuales somos tan puros y vulnerables a cualquier cosa que no podemos ni siquiera interactuar por completo con el medio externo y aunque en esta etapa solo se come y se duerme los padres deben tener sumo cuidado puesto que incluso algo tan simple como el alimento que se suministra al bebé puede causar graves problemas en el organismo inmaduro del pequeñito.

En este tiempo he visto bebés con cuadros importantes de mal nutrición (que van desde un peso demasiado elevado hasta bebés con pesos muy bajitos), diarreas, infecciones respiratorias, dermatitis y un gran número de etcéteras. En general todos estos a causa de los tórpidos intentos de sus defensas para poder combatir al nuevo mundo que los rodea ya que dentro del útero de mamá este no tenía la necesidad de defenderse de la misma forma. Lo que más me ha llamado la atención es que en la mayoría de estos casos la primera pregunta que hace el especialista es: "¿Con qué lo estás alimentando?", seguido de una cara entre culpable y avergonzada de algunas madres y de respuestas que van desde cremas de arroz y leche completa hasta suplementos y sopas de frijoles (Sí, a bebés menores de 6 meses ...)

Pero bueno, regresando a la idea de que el cuerpo humano es maravilloso y le tiene una respuesta a casi todo (sí, casi) encontramos que estos males son realmente evitables en la mayoría de los casos ya que en Mamá este está dotado con dos buenas razones para que su pequeña cría no sufra por esta causa ¡y son precisamente los pechos!, la leche materna es el alimento ideal para tener un bebé feliz y sanito, además de ser TOTALMENTE GRATIS está comprobado que la leche materna contiene los aminoácidos que el bebé necesita para el correcto desarrollo de su cerebro (los cuales no están presentes por completo en las leches de fórmula), es buena para la digestión del niño y contiene todo el líquido que el bebé necesita para calmar su sed aún en climas calientes por lo que el bebé NO necesita: aguas, juguitos, tés, ni infuciones de ningún tipo.

De hecho, investigando un poquito más me entero de que si bien es la madre quien decide como alimentar a su chiquito, el profesional de salud debe educar bien a los padres e insistir en que la lactancia materna sea exclusiva durante los primeros 6 meses de vida y que es luego de esto que pueden incluirse a la dieta jugos de frutas sin nada de azucar, preferiblemente melón y patilla (sandía) en principio, pero aun después de haber cumplido 1 o 2 años la lactancia materna seguirá formando parte de la dieta aunque ahora más como un complemento que como menú principal.

Aun cuando esta sea la más adecuada, muchas veces no es la opción más sencilla, no todas las madres tienen las mismas condiciones para amamantar, aunado a esto amerita de tiempo ya que para que sea satisfactoria debe darse durante el tiempo que el bebé decida y mamá no puede retirarse hasta que este quede knockeado (dormido) y llenito, además de que para que siempre se produzca cantidad suficiente se debe dar estimulación constante, es decir darle tetita cada vez que el lo pida porque la succión del bebé que vacía las mamas envía la señal al organismo de la madre que ordena producción de más leche para las próximas horas y la mantiene lista y a la temperatura que el bebé necesita por lo que es normal que en madres que alternan la leche materna con la leche de fórmula la producción empiece a disminuir antes de tiempo.

Otra cosa que he aprendido es que en el cuerpo nada está de adorno o por casualidad, la leche materna empieza a producirse sin estimulación alguna en la mayoría de las embarazadas y es precisamente esta primera leche (llamada calostro) la mejor fuente de alimento para el recién nacido, dándole otro de muchísimos puntos a favor a la lactancia materna. Como ya mencioné la forma de alimentar a los bebés es decisión de los padres (y es respetable), pero creo que no se debe restar importancia al gran regalo que nos hace el organismo, vale la pena recordar que no se va a amamantar para siempre y que eso no involucra realmente un sacrificio sino un beneficio ya que este además de ser una fuente alimento crea lazos de amor y confianza entre la madre y el hijo, amamantar cubre la necesidad del niño de estar cerca de mamá y eso es tan importante como la alimentación

Les dejo aquí algo más de información sobre la lactancia, un manual de la Unicef con todo lo que se debe saber sobre la lactancia https://www.unicef.org/ecuador/lactancia-materna-guia-1.pdf