El peligro de convertir a tus hijos en objetos monetizables

Hace unos días me topé con el video de una youtuber llamada Andi, en donde hablaba de la cantante Lizzio y las constantes polémicas que ésta siempre causa por diversos factores (atención, publicidad, etc). Luego exploré otros videos más y me suscribí porque me parecía su contenido genuino.

Ahora bien, antier subió a su canal un video sobre un tema controvertido que a mí me ha parecido de lo más horroroso, asqueroso, y deplorable. Una tal Jordan Cheyenne había subido a sus canales un video de ella y su hijo llorando; un video que lo subió dos veces, porque la primera vez no estaba editado. En ese video sin editar, que algunas personas descargaron inmediatamente antes de que la señora en cuestión lo eliminara, se veía el "behind the scenes" de la miniatura del video publicado. Cheyenne le estaba diciendo a su hijo "ven aquí, posa para la cámara; abre la boca más grande, llora más". El niño protestaba, diciéndole que en verdad se sentía mal por el tema de la mascota de la familia enferma de parvovirus. La señora lo ignoró y le continuó ordenando que hiciera toda clase de gestos exagerados para la foto.

Ese detrás de cámaras generó una oleada de indignación por todo el internet, llegando hasta amenazar de muerte a la madre por usar a su hijo como un objeto monetizable. La consecuencia de ello fue que la mujer cerró sus redes sociales y borró los videos de su canal de YouTube. Luego se disculpó por su comportamiento y prometió no exponer más a su hijo, aunque sospecho que le dolió mucho perder una de sus fuentes de mayor ingreso más que la idea de poner en peligro a su retoño, pues los videos en donde el pequeño aparecía le generaban más visitas y más dinero.

Andi comentó otros casos de youtubers "especializados" en contenidos familiares que exponen a sus hijos a las cámaras desde muy temprana edad. Lo más irónico de esto es que YouTube maneja una política que busca evitar la exposición de menores en los videos, sobre todo en aquellos que hablen de violencia sexual, retos peligrosos y otras cuestiones; incluso piden que, en la mayor medida de lo posible, no aparezcan los menores en el video. En caso contrario, se pide que se les tape la cara. Sin embargo, vemos a vloggers como Cheyenne que no se toman la molestia de taparles la cara a sus hijos en el video o al menos editar las partes en donde aparezcan. Quizás para ellos signifique un amplio recorte de ingresos si hicieran eso, pero es preferible generar menos dinero que exponer a tu retoño a los lobos. Hasta las mismas criaturas te lo agradecerán más adelante por la cuestión de la privacidad.

Ahora bien, es entendible que como papás quieran presentar a sus hijos a medio mundo por redes sociales, que todos los conozcan, etc. Pero lo ideal sería evitar exponerlos en la mayor medida posible, sobre todo en plataformas como Facebook, YouTube y Twitch. No sabemos si detrás de la pantalla hay un pedófilo, un asesino, o alguien capaz de geolocalizarte con solo apretar unas cuantas teclas de la computadora.