DÉCIMO SEGUNDO CONCURSO DE ESCRITURA Y PINTURA.

Hola a tod@s, feliz lunes, gracias @Frangeligonzalez por este maravilloso concurso, felicidades por la décima segunda edición, gracias a @worldofxpilar y a @steemitblog por su apoyo y permitir esto espacios, muchos éxitos.

Misteriosa dimensión

Fuente

La oscuridad rodeaba el lugar, era un sitio aislado de la civilización, poblado por una incipiente vegetación que algunas luces permitían ver; sin embargo, no se advertía de donde provenían. El profundo silencio de aquel entorno, les permitía a Lía, Nell y Zul escuchar sus agitadas respiraciones y los latidos de sus asustados corazones.

Las tres amigas se preguntaban, ¿cómo llegamos a parar a esta remota y misteriosa dimensión? “En pocos segundos, pasamos de una concurrida ciudad, a un desolado paraje desconocido”. Sus mentes eran incapaces de comprender la situación, caminaban por una amplia acera de Caracas, pasaron por debajo de un poste de luz que las bañaba desde su alto lugar y de pronto, dejaron el duro suelo de la ciudad por una superficie terrosa en un ambiente natural.

Desorientadas Lía, Zul y Nell, permanecían juntas, inmóviles, tomadas de las manos, veían atentamente a su alrededor, se sentían vulnerables ante la idea de estar en peligro. Lía respiró profundamente intentando calmarse para idear el modo de salir de allí; primero intentaron devolverse por donde habían llegado. Fue inútil, nada sucedió, seguían varadas. Aunque presas de la angustia, probaron volver por distintas direcciones, pero no lo lograron.

Exhaustas por sus fallidos intentos, decidieron tomarse un descanso. El cansancio apaciguó la ansiedad, y con la calma, por fin notaron el llamativo círculo de luz que parecía ser el camino más lógico por seguir; era el centro de aquel árido paisaje. Nell observó como de la nada aparecían pequeños insectos, estos caminaban sin titubear en dirección a la gran órbita. No había dudas, era la mejor opción por investigar.

En el trayecto, sus acompañantes fueron los muchos bichos que llegaban. Al amanecer, nuestras exploradoras desfallecían por hambre y sed, Zul sugirió que comieran de la vasta provisión de insectos. A las otras dos chicas, no le gusto su sugerencia, no obstante, algo debían comer, Zul insistió:

─ Podemos comerlos cerrando los ojos e imaginando una pizza.

Nell le contestó:

─ No quiero bichos, quiero agua y una arepa con perico.

Del cielo cayó agua, y la arepa. Sorprendidas, tomaron el alucinante suceso, con mucha alegría. Lía, las animó a pedir detalladamente lo que querían, saciaron su hambre y sed, comiendo lo que les provocaba.

Más animadas, las chicas dejaron volar su imaginación, crearon un paraíso en aquel entorno. Tuvieron todo lo que soñaban, aprendieron muchas cosas y recrearon sus sitios preferidos en el mundo; sin embargo, no podían integrar a sus seres amados en aquel hermoso lugar. Pasado un tiempo, sus logros y sueños, ya no eran suficientes, necesitaban regresar, lo pidieron como lo habían hecho siempre, pero no resultó.

A Lía se le ocurrió preguntar como retornar a su ciudad de origen, la respuesta que le dieron fue atravesar la órbita de luz que habían olvidado, justo al anochecer. También indagó si podían regresar algún día, le dijeron que “sí” y como hacerlo; no obstante, había una condición, debían quedarse para siempre.

Al llegar la noche, atravesaron el aro iluminado con un cúmulo de encontradas emociones. Volvieron a la misma acera de Caracas donde habían desaparecido, a la misma hora y en el mismo día. El tiempo se había detenido.

A pesar de regresar a una orbe en caos, originada por las acciones de ciertos humanos. Lía, Nell y Zull, estaban convencidas de crear un mundo mejor, ya lo habían hecho antes: imaginando, soñando y pidiendo en detalle lo que querían. Siempre evitando los pensamientos negativos pues originaban realidades adversas y contraproducentes. Ese fue el valioso aprendizaje de Lía, Nell, y Zul, en aquella misteriosa dimensión.