Nada ni nadie lo obliga a estar donde usted no desea quedarse y siente que no pertenece.

Agobiados, cansados, perplejos, atontados, apegados, confundidos, agotados, desplazados, limitados, vejados... así se sienten muchos en círculos familiares, amistades y con su pareja.
Que hacer? FÁCIL: lárguese bien lejos (si, muy difícil hacerlo).

Si no pudo con la situación a pesar de que luchó o lo intentó de todas las maneras posibles, que estuvo a su alcance o hizo lo mejor que usted supo hacer... pues rompa el vínculo y váyase a un mejor lugar donde se restablezca como ser humano digno, feliz, donde haya más amor, en paz y con tranquilidad. Nada ni nadie lo obliga a estar donde usted no desea quedarse y siente que no pertenece..