Rostros sin cara, nombres anonimos ¿Solo rayas en una pared?

Abrir la interrogante es el primer paso, ¿Cuando estoy en mi ciudad, que es lo que veo al voltear la vista, eso que siempre está presente pero a la vez se hace tan notorio y que entre tantos estímulos y bombardeo visual termina perdiéndose y formando parte del entorno de una ciudad en un contexto contemporáneo.
Me atrevo a generar esta interrogante por varias razones y motivos, primero para rendir un homenaje al medio de expresión por el cual llegue a tener mi primer contacto con la imagen tanto detenida como en movimiento

Una vez venía bajando por la autopista hace ya años estaba creo en primer año de bachillerato y surgió en mi, aquella incongruente curiosidad de cuando uno ve alguna de esas artimañas que parecen bastante inverosímiles. ¿como carajo se montó ahí? (Me disculpan la expresión).

Era a mediados de 2010/2011 y no entiendo por que siempre tuve una inclinación constante a aquella rebeldía prepuber por la cual uno quiere llevarle la contraria a la autoridad, en todos lados. Tu casa, tu colegio, tu grupo de amigos, finalmente todo esto desembocó que la primera expresión artística urbana por la que me sentí atraído fue el Graffiti. ¿Las razones? Supongo que fue aquel impulso de romper con mi cotidianidad monótona rodeada de un entorno tan conservador y a veces tan básico que me generaba el impulso interno/juvenil de revelarme ante eso.
¿La segunda razón? Caracas, siempre Caracas con su caos, su contraste, sus calles llenas de bullicio, sus olores característicos que generaban una concatenación casi sinfónica entre aquella vorágine que nos consume diariamente y que nos escupe en el impulso de estar constante movimiento, hartarnos y odiar el caos y salir de nuevo. Aparte esa mezcla anarquica de rayones, colores, y códigos y lenguajes cripticos que comumente pasan desapercibidos y que jamas serán develados por el transeúnte pero que connotan, significan y se resignifica de acuerdo al ejecutante o escritor anónimo.

Paralelamente, a esto la fotografía mas que todo la de corte documental iba gestando en mi imaginario visual un espacio importante, debido a que me llamaba la atención el sinfín de historias que uno podía generar a partir de la necesidad de contar y relatar inquietudes en imágenes (por ahora imágenes sin movimiento). Y a su vez darle un sentido estético marcado que se desligara de lo que normalmente se acepta como "bello" o aceptable en nuestro inconsciente visual colectivo.

Lo fotográfico, en sí mismo, no le pertenece ni al objeto mirado ni a la representación posteriormente expuesta. No es un lugar ni un sistema. Es aquello que yace circulando en ese espacio donde no reinan el referente o la imagen; el mundo de los objetos o la fotografía. Esa condición que llamamos lo fotográfico es, a la vez, lo que circula y el lugar donde lo hace.

[Humberto Valdivieso] (http://slaphv.blogspot.com/2012/06/caracas-de-noche.html)

Ahora, si partimos de que el proyecto que he venido desarrollando es netamente documental y de registro, ¿Como puedo a partir de ciertos códigos estéticos y referencias visuales dotar de este trabajo cierto matiz ficcional?

A partir del código principal, que vendría a ser el graffiti, y en base a esto se despliega una especie de realidad ficcionada enmarcada en códigos previamente no develados para el espectador que despliegan mil historias, los nombres, los gestos, el juego de negarse a la cámara pero a la vez estar y formar parte de esta especie de juego encriptado, la puesta en escena donde el juego de las sombras marcadas, y oscuridad que nos remiten a ficciones como Batman, Watchmen, apocalypse now entre otras.

Donde aparecen otras variables como lo es, el riesgo de afrontar a la ciudad en otros horarios susceptibles de ser perjudicados (los escritores de graffiti son como daimones que rompen el ritmo del transeunte común) sus horarios de desplazamiento y rutas la dificultad que representa acceder a ciertos lugares secretos. Pero contrastando los factores de riesgo, las sensaciones de adrenalina y libertad de las que uno dentro de esta ciudad es tan ajeno (mas que todo libertad) y que cuando caminas una autopista las 11pm sientes aquella brisa, la ciudad en aquella supuesta "paz" experimentas de primera mano.

Es un recorrido que empezó hace muchos años, pero que lastimosamente se detuvo por la exposición a tantos factores de riesgo dentro de la ciudad en la que vivimos, espero retomarlo pronto.

Nada duele mas que te quiten la razón por la que te sientes libre haciendo lo que haces.

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