Les presento en este post el significado para los cristianos católicos de la visita a los 7 templos, tradición que se realiza en Barquisimeto, Venezuela y en muchos países del mundo, el jueves santo o viernes santo. El jueves santo después de la celebración de la santa eucaristía, se lleva al Santísimo al monumento donde permanece expuesto hasta el sábado de gloria, cuando durante la misa de bendición del agua y del fuego, vigilia pascual, el Santísimo regresa al sagrario en el altar.

Basílica El Cristo. Barquisimeto. Fuente

Las iglesias preparan un monumento para acoger al Santísimo y realizar su adoración durante estos días santos. El monumento es realizado atendiendo a un motivo especial, por medio del cual se transmite un mensaje a la feligresía que lo visita. A continuación les explico el significado de esta tradición y les presento las fotografías de 7 templos que visité este viernes santo en mi ciudad natal Barquisimeto.

Significado de la visita a 7 templos...¿Por qué son siete?

La visita se puede realizar en cualquiera de los templos o iglesias católicas, las cuales tienen expuesto al Santísimo en un monumento, que ha sido elaborado según el tema escogido por los grupos que hacen vida en la parroquia, empleando su creatividad y recursos disponibles. Los siete templos simbolizan los siete recorridos que hizo el Señor Jesús desde el Jueves Santo hasta el Calvario:

• 1.- Desde el Cenáculo hasta el huerto de Getsemaní, donde oró y sudó sangre.
• 2.- Desde el huerto, donde fue preso, hasta la casa de Anás, donde fue interrogado y recibió una cruel bofetada.
• 3.- A casa de Caifás, donde fue escupido y padeció graves injurias y dolores toda la noche.
• 4.- A casa de Pilato, el gobernador romano donde fue acusado por los judíos con muchos falsos testimonios.
• 5.- Al palacio del rey Herodes, donde fue escarnecido por él y toda su soldadesca.
• 6.- De vuelta a casa de Pilato, donde fue azotado, coronado de espinas y escarnecido y condenado a muerte.
• 7.- De casa de Pilato al monte Calvario llevando a cuestas la cruz en la que fue crucificado.

¿Qué se acostumbra a hacer en los templos esos días?

En los templos o iglesias católicas se acostumbra rezar el rosario y se realiza adoración al Santísimo expuesto en el monumento, el cual permanece acompañado siempre por feligreses que cumplen turnos de oración. Durante estos días los feligreses oran y rezan por el perdón de los pecados del mundo entero, entonan cantos de alabanza y llevan a cabo meditaciones de las siete palabras que dijo nuestro Señor Jesucristo antes de morir; por ejemplo, acerca de las 14 estaciones del viacrusis y también se realiza la adoración a la santa cruz.

Fuente

Fotografías de mi visita a los 7 templos

Les presento las fotografías que tomé con mi tableta Google Nexus 7, a los monumentos al Santísimo de 7 templos de Barquisimeto, estado Lara, Venezuela. En cada templo leí algunas meditaciones sobre el viacrusis de Nuestro Señor Jesucristo, escritas por San Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei, las cuales les dejo de manera resumida para que vivan más a fondo esta visita virtual a estos bellos templos.

Iglesia Cristo Rey

"¿Triste?...¿Porque has caído en esa pequeña batalla? ¡No! ¡Alegre! Porque en la próxima, con la gracia de Dios y con tu humillación de ahora, ¡vencerás! Mientras hay lucha, lucha ascética, hay vida interior. Eso es lo que nos pide el Señor: la voluntad de querer amarle con obras, en las cosas pequeñas de cada día. Si has vencido en lo pequeño, vencerás en lo grande".

San Josemaría Escrivá

Capilla San Pedro

"¿Cómo amar de veras la santa cruz de Jesús?...¡Deséala! ¡Pide fuerzas al Señor para implantarla en todos los corazones, y a lo largo y a lo ancho de este mundo! Y luego... desagráviale con alegría; trata de amarle también con el latir de todos los corazones que aún no le aman".

San Josemaría Escrivá

Iglesia San Jorge

"Me has dicho: Padre, lo estoy pasando muy mal. Y te he respondido al oído: toma sobre tus hombros una partecita de esa cruz, sólo una parte pequeña. Y si ni siquiera así puedes con ella, ...déjala toda entera sobre los hombros fuertes de Cristo. Y ya desde ahora, repite conmigo: Señor, Dios mío: en tus manos abandono lo pasado y lo presente y lo futuro, lo pequeño y lo grande, lo poco y lo mucho, lo temporal y lo eterno. Y quédate tranquilo".

San Josemaría Escrivá

Iglesia Nuestra Señora del Valle

"Hay que unir, hay que comprender, hay que disculpar. No levantes jamás una cruz sólo para recordar que unos han matado a otros. Sería el estandarte del diablo. La cruz de Cristo es callar, perdonar y rezar por unos y por otros, para que todos alcancen la paz".

San Josemaría Escrivá

Iglesia San Vicente de Paul

"El maestro pasa, una y otra vez, muy cerca de nosotros. Nos mira... Y si le miras, si le escuchas, si no le rechazas, Él te enseñará cómo dar sentido sobrenatural a todas sus acciones... Y entonces tú también sembrarás, donde te encuentres, consuelo y paz y alegría".

San Josemaría Escrivá

Iglesia San Agustín

"A ti que te desmoralizas, te repetiré una cosa muy consoladora: al que hace lo que puede, Dios no le niega su gracia. Nuestro Señor es Padre, y si un hijo le dice en la quietud de su corazón: Padre mío del cielo, aquí estoy yo, ayúdame... Si acude a la Madre de Dios, que es Madre nuestra, sale adelante. Pero Dios es exigente. Pide amor de verdad; no quiere traidores. Hay que ser fieles a esa pelea sobrenatural, que es ser feliz en la tierra a fuerza de sacrificio".

San Josemaría Escrivá

Iglesia de la Medalla Milagrosa. San Juan

"Los verdaderos obstáculos que te separan de Cristo -la soberbia, la sensualidad...- se superan con oración y penitencia. Y rezar y mortificarse es también ocuparse de los demás y olvidarse de sí mismo. Si vives así, verás cómo la mayor parte de los contratiempos que tienes, desaparecen. Cuando me siento capaz de todos los horrores y de todos los errores que han cometido las personas más ruines, comprendo bien que puedo no ser fiel... Pero esta incertidumbre es una de las bondades del amor de Dios, que me lleva a estar, como un niño, agarrado a los brazos de mi padre, luchando cada día un poco para no apartarme de Él. Entonces estoy seguro de que Dios no me dejará de su mano. ¿Puede la mujer olvidarse del fruto de su vientre, no compadecerse del hijo de sus entrañas? Pues aunque ella se olvidara, yo no te olvidaré (Is XLIX, 15)".

San Josemaría Escrivá