El durmiente de las profundidades

Regreso a los dibujos viejos con un "dragón" muy especial, 珊瑚竜 o en romaji Sangorou es un wyvern que regalé al novio de una amiga muy querida, que como pueden adivinar, es fanático de la cultura japonesa, aunque claro, este dragón no es muy japones, como él; esta hecho a lápiz sobre cartulina opalina, usé las gamas HB, B y 2B.

Cuando lo estaba diseñando le pregunté de qué elemento lo quería y como pueden adivinar, él escogió el agua, entonces pensé en un dragón marino que no se viera tan marino, o en este caso, un wyvern marino volador, (no le hagan caso a coraje el perro cobarde, este dragón puede nadar y volar).

Como cualquier Wyvern posee cuatro extremidades, dos alas y dos patas, el usa sus enormes alas para propulsarse bajo el agua como si nadara estilo mariposa, (razón por la cual crea devastadores torbellinos en la superficie del agua); y a parte de eso tiene un aguijón venenoso con el cual disuade a Dragones y otros wyverns a acercarse, aunque no puedan verlo, este dragón tiene las agallas debajo de las aletas dorsales a su rostro.

Esa hermosa, y muy difícil de sombrear, coral que tiene en su lomo se forma en los largos periodos de hibernación en el lecho marino, este "pequeño" es sensible a los cambios químicos del agua, ya que su presa cuando abunda suelta un "aroma" muy particular, así logra dormirse cuando sus presas escasean y emerge cuando abundan, desgraciadamente cuando sube destroza esa delicada obra de arte en su lomo.

Este ha sido uno de los dibujos más retadores que he realizado por la cantidad de detalle que tuve que aplicar en la sombra del coral y pensando como debería arreglar los pliegues de sus alas.

Sin más dilación, admiren a Sangorou, el durmiente de las profundidades.